El polémico anteproyecto de ley del aborto de Gallardón sigue encontrando detractores incluso en las propias filas populares. Mañana, a través de una moción conjunta con el resto de formaciones, el grupo municipal del PP en La Vila Joiosa votará a favor de una moción en contra de esta nueva norma mucho más conservadora que la que se aprobó en España en 1985. El PP de La Vila, que a día de hoy ostenta el poder en el Ayuntamiento por mayoría absoluta, apunta en un comunicado que «rechaza la agresión que supondría la aprobación de esta ley sin el consenso necesario», precisando a su vez que debería de ser entre los diferentes partidos políticos y, sobre todo, contando con la opinión de las mujeres.

Según la concejal de Sanidad, Beatriz Llinares, «nosotros estamos más a favor de una ley de plazos que de supuestos», declaración que han repetido constantemente la mayoría de componentes de su grupo político que van en contra del proyecto de Gallardón. También defienden que las mujeres «decidan libremente sobre su embarazo», resalta la edil. Para Llinares, esta ley es un auténtico «paso atrás de todo lo que se ha conseguido hasta el momento».

En su opinión, «hay partes de la ley del aborto aprobada por Zapatero que sí que sería bueno cambiar, como que las niñas de 16 años puedan interrumpir su embarazo sin el permiso de sus padres, pero existen otras cuestiones de lo que propuso el expresidente que sí respetaría». Por esta razón, no han optado por tirar para atrás el anteproyecto de ley, tal y como proponían otros grupos de la oposición como Esquerra Unida, sino tratar de reconducirlo hacia un consenso.

Y es que Llinares entiende que, de aprobarse tal y como a día de hoy está formulado, «podríamos encontrarnos con un alto riesgo de abortos clandestinos o de mujeres que se tienen que ir al extranjero a frenar su embarazo». También se muestra a favor de dejar elegir a la gente si su hijo debe nacer o no, en caso de tener una malformación. «Tiene que ser una decisión personal. ¿Si no para qué hacemos los diagnósticos prenatales?», defiende.

La edil popular vilera no cree que el hecho de que su partido se posicione en contra de lo que propone Gallardón derive en una represalia por parte de Moncloa. «Esto es más una cuestión de creencias y nos encontramos en un sistema democrático», asegura.

Por su parte, desde el PSPV, su portavoz en el Ayuntamiento de La Vila, Gaspar Lloret, señaló que le parece una «medida acertada» la posición tomada por el PP en este caso. Algo más crítico se mostró su homónimo en las filas de Esquerra Unida, José Carlos Gil, quien consideró que le parece «incoherente que el PP diga esto en este ayuntamiento y en Madrid todo lo contrario. Pienso que este partido no sabe ni lo que quiere, y todo hace pensar que esta ley no es más que un capricho de un ministro. Algo parecido ocurrió con el copago: consistorios liderados por el PP se negaron a aplicarlo. No tiene sentido. No obstante, lo ideal es sumar, y si ellos se postulan en contra de esta nueva norma, nosotros apoyaremos la moción, aunque también expresaremos nuestra opinión al respecto».

Desde EU también criticaron que el PP no secundara desde un primer momento la moción que proponían ellos de eliminar directamente el anteproyecto y optaran por el camino más «light» de buscar un consenso, que sí da lugar a una reforma de la ley actual.