«La primera opción es Benidorm, pero si Terra Mítica no nos da finalmente el ok, no tendremos más remedio que llevarnos el Electrobeach a otro sitio», señala Richard Romero, uno de los promotores de esta cita anual de la música electrónica en Benidorm, que el año pasado congregó a 16.000 almas por día y, según las estimaciones de sus organizadores, supuso un impacto de 3 millones de euros sobre la ciudad.
Romero indicó que han comenzado a buscar otras ubicaciones en localidades como Gandía, La Nucía, El Campello, Dénia o La Vila Joiosa, «pero todavía no nos hemos sentado con ningún ayuntamiento».
Y es que, por ahora, están a la espera de que Terra Mítica, que desde hace tres años les cede sus instalaciones, llegue a algún tipo de acuerdo con los hoteleros de la zona, que el año pasado denunciaron al festival por el sonido. Este hecho llevó al Ayuntamiento a sancionar a la organización con 2.400 euros por exceder el ruido máximo en hasta 20 decibelios.
Según este promotor, uno de los hoteles más afectados es el Melià Villaitana. «En un principio parecía que también molestábamos a Asia Gardens, pero los informes policiales constataron que el exceso de decibelios afectaba sobre todo a un ala del Villaitana», argumenta Romero.
Fuentes de Terra Mítica comentaron al respecto que, de momento, se está negociando y todavía no se ha tomado ninguna decisión. Por su parte, el concejal de Festivales, Conrado Hernández, afirmó que sí le daría pena perder un evento como el Electrobeach, ya que «siempre es positivo contar con un festival que genera 3 millones de euros de impacto directo en tu ciudad». Hernández precisa que, desde el Ayuntamiento, han puesto en contacto a las partes para que lleguen a un acuerdo, condición sine qua non para dar el visto bueno por parte del Consistorio a este evento, después de que consigan el permiso de Conselleria.
Nuevas fórmulas
Parece que los promotores del Electrobeach no dejan de darle vueltas a todo tipo de fórmulas para poder conseguir hacer el festival. Entre ellas, han barajado la idea de modificar los horarios, con el fin de molestar menos a los vecinos de alrededor. «Si venía alargándose hasta las 7.30 u 8 de la mañana, podríamos cortar a las 4.30», comenta Richard Romero, aparte de explicar los esfuerzos técnicos que están haciendo para que los perjuicios por el sonido sean menores.
Otra de las opciones que han llegado a barajar es la de cambiar el estilo de música de este evento, que en los últimos años se ha convertido en un referente de los seguidores de la electrónica en España. En el caso de que se lo lleven a otro sitio, «estamos buscando terrenos en los que se pueda instalar zonas de camping, ya que el público de este tipo de festivales lo suele agradecer», subraya.
En definitiva, sólo hay una cosa que tienen clara: «El Electrobeach, sea donde sea, se hará».
