Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Restos de una Navidad arrebatada

Los trabajos de desescombro en Puerta de Hierro permiten a los más afectados rescatar muchos de sus bienes

Restos de una Navidad arrebatada

«Me río por no llorar», aseguró ayer Ana mientras sacaba de su casa, o de lo que queda de ella, una bolsa de alimentos pertenecientes a la cesta de Navidad que le regaló su empresa. También encontró varios paquetes envueltos con papel de regalo que, milagrosamente, se encontraban en buenas condiciones. «Son los Reyes que teníamos preparados. Bueno, pues nos los daremos este fin de semana», bromeó la mujer con los familiares que le acompañaron ayer a recoger los enseres que quedaban en su vivienda, que fue una de las tres más afectadas por la explosión que se produjo el día 19 de diciembre en un bloque de la urbanización Puerta de Hierro de La Nucía. Al parecer, la causa fue la deflagración de una bombona de gas. A Ana la citó el equipo encargado de los trabajos de limpieza y desescombro en el edificio, que comenzaron ayer y que dirige una arquitecta privada. También se desplazaron técnicos municipales.

Comenzaron alrededor de las 10 de la mañana y estuvieron trabajando hasta bien pasadas las 18 horas. Arrancaron en la planta superior, que fue donde se produjo el siniestro. Exactamente empezaron en la vivienda de Ana, que es la primera de las más dañadas que se encuentra nada más subir por la escalera. Según fuentes de dicho grupo de trabajo, el proceder habitual es desescombrar arriba para poder entrar después abajo. «También realizaremos un estudio de toda esta zona y analizaremos si es necesario derribar algún elemento que este dañado por la explosión», señalaron las mismas fuentes, que no han sabido precisar hasta cuándo durarán estas tareas. Los obreros lanzaban desde arriba a un contenedor todo tipo de muebles y escombros que provocaban un ruido tremendo, que rememoraba a más de uno el de la terrible explosión.

Los muebles que sí se han podido salvar son los del dormitorio de Ana, que junto a parte de la cocina ha quedado en pie. «El salón y la habitación de mi hija es lo que voló por los aires. La mayor parte se encuentra en la piscina», subrayó esta mujer, que ha podido recuperar muchas más cosas de las que esperaba. Sobre todo ropa, manifestó levantando varias bolsas llenas, «aunque está negra», agregó. Esta afectada ha tenido que alquilar una nueva casa para vivir allí con su hija, ya que todavía no sabe de qué manera volverán a levantar su antiguo hogar. Lo que sí parece cada vez más claro es que el Ayuntamiento no cumplirá las promesas que le hizo cuando se produjo el accidente. «Me dijeron que me proporcionarían un alquiler social o una vivienda, de las que tienen destinadas a personas mayores. Al final, me han dicho que sintiéndolo mucho no pueden hacer nada por mí. Es indignante», denunció con rotundidad.

A los que también se les vio indignados fue a los vecinos que se acercaron a ver cómo iban los trabajos de desescombro. Recalcaron que el gobierno municipal que dirige Bernabé Cano parece que se «ha desentendido de nosotros», porque, según ellos, saben que estas casas se construyeron como locales comerciales y han acabado utilizándose como viviendas y, por lo tanto, no disponen de cédula de habitabilidad. «Nos parece muy fuerte, ya que conocían la situación y nuestros intentos por cambiar el uso de todas estas casas para poder conseguir dicha licencia», precisaron. Actualmente, están estudiando contratar a un abogado que les oriente en temas urbanísticos y de seguros.

Lo que también les cabreó es que por la mañana les cortaron el agua en el edificio por el impago de facturas. Según fuentes de la comunidad, antes del mediodía se repuso. Al menos, un problema solucionado.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats