El bloqueo que arrastra desde hace años el futuro polígono industrial de Benidorm puede estar cerca de llegar a su fin. Así al menos lo avanzó ayer el concejal de Urbanismo, Vicente Juan Ivorra, después de que la multinacional Unibail-Rodamco haya puesto sobre la mesa su intención de costear el grueso de la rotonda de acceso al polígono por la zona de Levante, que hasta la fecha ha sido el principal escollo para dar viabilidad al desarrollo de este sector. Aunque el coste final de esta infraestructura no está cerrado, la previsión es que pudiera estar cercano a los cuatro millones de euros, según las estimaciones realizadas por el Ayuntamiento.
La mercantil franco-suiza lleva años dispuesta a construir en Benidorm este centro comercial, un proyecto que como avanzaron en su día permitiría la creación de más de mil empleos, además de importantes ingresos para las arcas públicas por el negocio generado en esta macrosuperficie. De hecho, Unibail-Rodamco adquirió hace más de un lustro al principal urbanizador de este sector, el constructor alicantino Enrique Ortiz, un parcela por más de 100 millones de euros para instalar la zona comercial, de unos 40.000 metros cuadrados y que incluiría un hipermercado y otras actividades de ocio, moda, etc.
Sin embargo, pese al «gran interés» de la mercantil por establecerse en la ciudad, los retrasos en la urbanización del polígono industrial y su exigencia de mejorar los accesos mediante una rotonda de enlace con la carretera N-332 hacia la zona de Levante y el Plan Discotecas, había bloqueado hasta ahora su desarrollo.
Autorizada desde hace un año
Salvados ambos frentes -el polígono ya está urbanizado y la rotonda cuenta con un informe de viabilidad del Ministerio de Fomento desde principios de este año-, faltaba tan sólo el último y más costoso empujón: que hubiera alguien dispuesto a pagar las obras de la glorieta y sus enlaces. Fomento dio luz verde a la infraestructura, con las consiguientes modificaciones en la variante, pero con la advertencia de que no pagaría ni un céntimo, debido a que la Ley de Estabilidad Presupuestaria impide a la Administración hacer cualquier modificado que suponga sobrecostes, en este caso, en el proyecto de ampliación de la N-332. Tampoco el Ayuntamiento tiene un euro para costear la infraestructura.
Y menos de cara a 2014, año para el que aún no tiene si quiera concluido el borrador de presupuestos y en el que, además, deberá asumir, al menos, parte de los 5,9 millones por la expropiación de suelo en El Moralet.
Por ello, desde un primer momento, el Consistorio planteó que fueran los propietarios de suelo del polígono quienes afrontaran el coste de la rotonda. «Al fin y al cabo, ellos serán los principales beneficiados», indicaron en su día desde el gobierno local. Y parece que finalmente será así.
El edil de Urbanismo, Vicente Juan Ivorra, mantuvo ayer una reunión con representantes de Unibail-Rodamco para «acercar posturas que permitan desarrollar en breve el polígono», según señaló el concejal. Entre ellas, destaca principalmente la intención de la mercantil de asumir el grueso del coste de la rotonda con la que poder iniciar «en el menor tiempo posible» la construcción del centro comercial que tiene previsto levantar allí. Ivorra confió en que «en un par de meses se haya solventado la cuestión económica» y la licencia que van a solicitar a Fomento para poder iniciar las obras.
