El proceso de privatización de la piscina y el gimnasio del Palau d'Esports L'Illa de Benidorm volvió a quedar ayer en dique seco. La mesa de Contratación municipal acordó dejar el concurso desierto, después de que ninguna de las dos empresas que optaban a quedarse con la adjudicación pudiera garantizar la solvencia económica exigida en el pliego. Entre los requisitos figuraba que las mercantiles pudieran acreditar un saldo medio anual de 100.000 euros, con el fin evitar que la gestión vuelva a acabar en fiasco como ya ocurrió con la primera adjudicataria de las instalaciones, la mercantil Gestkal XXI, que pidió rescindir el contrato sin haber abonado la parte correspondiente del canon y dejando a deber cuatro nóminas a sus trabajadores. O, dicho de otra manera, con un «pufo» cuantificado por los técnicos en 160.491,88 euros.

El ejecutivo local lleva casi un año enfrascado en dar salida a la privatización del Palau, una propuesta impulsada por el edil de Contratación y Deportes, el liberal Miguel Llorca, bajo el pretexto de rebajar el gasto de mantenimiento de dicha instalación para las arcas municipales. Tras la primera privatización fallida, el pleno acordó el pasado octubre por unanimidad incluir como requisito en este segundo pliego que las empresas que optaran pudieran garantizar un saldo medio anual de 100.000 euros. Con estas condiciones concurrieron a la adjudicación dos firmas: Benimallunt82 SL y Levantina de Servicios Acuáticos SL, la firma que ya explota la instalación de forma temporal hasta que se produzca una nueva adjudicación y cuyo representante es el mismo de la mercantil a la que el Ayuntamiento va a ceder por cuatro años el uso gratuito de las pistas de Foietes para que imparta cursos.

Fuentes municipales confirmaron ayer que, tras la apertura del sobre A, que contenía la información sobre la capacidad y solvencia técnica y económica de los licitadores, los técnicos constataron que ninguna de las dos podía acreditar tener un saldo anual de 100.000 euros, por lo que se decidió dejar el concurso desierto al no cumplir este requisito. Ahora, el siguiente paso será la redacción de un nuevo pliego, en el que «se reformularán las condiciones económicas y de solvencia técnica» a la baja, con el fin de que puedan optar nuevas empresas.

Desde el gobierno local indicaron que su propósito es llevar el nuevo pliego de condiciones al próximo pleno ordinario del mes de diciembre, «de forma que la adjudicación definitiva se demore lo menos posible». Mientras tanto, la empresa Levantina de Servicios Acuáticos SL, que optaba en este proceso y que gestiona las instalaciones de forma temporal, podrá seguir explotando la piscina y el gimnasio del Palau, como viene haciendo desde principios del pasado noviembre.

Un proceso plagado de polémicas

La privatización de estas dos zonas del Palau d'Esports ha estado plagada de polémica desde su inicio. Primero, por la mala gestión de la primera adjudicataria, que empezó a gestionar el servicio el 1 de junio y lo abandonó en septiembre al no poder hacer frente a los pagos. Después, el ejecutivo dio la concesión temporal a Levantina de Servicios Acuáticos SL, sobre la que el PP denunció la pasada semana una «trama de amiguismo» impulsada por el CDL, después de que también se le hayan cedido las pistas de Foietes. Desde el ejecutivo argumentaron entonces que era la única firma dispuesta a asumir el personal de la primera contrata, por lo que además tampoco está obligada a asumir ningún gasto de mantenimiento de las instalaciones.