La instrucción del caso comenzó en el año 2005 a raíz de una denuncia presentada por la Agencia Tributaria. El perito de Hacienda que investigó el caso advirtió al juez de que las veinticinco empresas bajo sospecha defraudaron en dos años un total de 4,4 millones de euros con las facturas falsas. El juez dejó en un primer momento fuera a los directivos del parque, pero la Audiencia ordenó en 2011 que se reabriera la causa contra ellos. El fiscal va más lejos que la Abogacía del Estado e imputa a Luis Esteban, Miguel Navarro, Justo Valverde y Antonio Rincón un delito de estafa, además del fraude fiscal. La Fiscalía reclama para Esteban 7 años -porque no le acusa de falsedad documental- y para el resto sendas penas de 10 años de cárcel. El fiscal solicita para Vicente Conesa una condena de 28 años y 7 meses de prisión.
El escrito de acusación recuerda que el 27 de enero de 1998 se constituyó la Sociedad Parque Temático de Benidorm para la construcción de Terra Mítica. Los accionistas eran la Generalitat y los principales bancos y cajas de la Comunitat Valenciana. Según el fiscal, los acusados, al frente de la dirección general del parque y de los departamentos técnicos y de contratación, «empezaron a actuar para detraer dinero de los accionistas», firmando el primer contrato bajo sospecha en abril de 1999. Terra Mítica firmó con la UTE Terra Verd un contrato para la ejecución de las obras de ajardinamiento y riego por seis millones de euros. El contrato permitió la entrada física en el parque de Vicente Conesa. Terra Verd subcontrató los trabajos y presuntamente comenzaron los sobrecostes.
Las facturas falsas se pueden dividir en dos grupos. El primero es de facturas que «tenían apariencia de realidad, pero no respondían a trabajos reales». El segundo grupo correspondía a facturas en las que se reducían los costes para pagar menos IVA.
