Bueno, bonito y, sobre todo, barato. Estos tres adjetivos, repetidamente denostados en la época de vacas gordas, han acabado por ser claves para avanzar la recuperación de la industria turística de Benidorm aun estando todavía en plena crisis. Los hoteles de la ciudad cerraron el pasado noviembre, un mes más, con su mejor registro de ocupación de los últimos seis años y, sobre todo, con un espectacular incremento en el índice de pernoctaciones realizadas por el turismo nacional pese a ser el mercado que más afectado se ha visto por la recesión.

Así, al menos, se desprende del balance oficial dado ayer a conocer por la patronal turística Hosbec, que apunta a que los establecimientos hoteleros ocuparon en dicho periodo una media del 79 por ciento de sus camas, lo que representa un incremento de 9 puntos frente a los datos de 2012.

Las causas de este crecimiento hay que buscarlas, principalmente, en el comportamiento que tuvo el mercado doméstico. Los turistas españoles incrementaron un 42% el índice de pernoctaciones efectuadas en Benidorm con respecto al mismo periodo del año anterior y representó el 51,8 por ciento del total de clientes alojados en la ciudad. O, dicho de otra forma, contrataron un total de 400.000 estancias en el conjunto del mes, de las cuales 190.000 se produjeron sólo durante la segunda quincena.

Entre los motivos que contribuyeron a este incremento de turistas nacionales destacan, por un lado, las escapadas cortas realizadas por el puente de Todos los Santos, con motivo de las Fiestas Mayores, o durante los distintos fines de semana. Pero, además, a ellas hay que sumar el importante cupo de viajeros del Imserso, un programa vital para la ciudad de cara a mantener la actividad durante el invierno, y que este año ha funcionado en noviembre ya a pleno rendimiento, mientras que en el pasado retrasó su inicio hasta finales de mes. «Los datos confirman que la deficiente puesta en marcha del programa de Vacaciones para Mayores en 2012 tuvo efectos desastrosos para el sector», apuntaron ayer desde Hosbec, que en su día ya alertaron del «fiasco» provocado por la demora en la llegada de jubilados y pensionistas.

Con los factores anteriormente citados, además de la variedad de oferta y del ajuste de precios realizado por los hoteles para captar turistas, podría concluirse que Benidorm se ha consolidado como un «destino refugio» para el mercado nacional, tal y como lo calificaron desde la patronal. Esto es, un lugar al que poder organizar unas vacaciones en pocos días y, sobre todo, sin que la escapada trastoque demasiado la economía familiar.

Otros países emisores

Además del buen comportamiento del turismo doméstico, también cabe destacar que Benidorm logró mantener durante el pasado mes el volumen de turistas extranjeros en niveles similares a los de 2012. Los británicos representaron el 38,1% del total de la demanda, con unas 150.000 pernoctaciones sólo durante la segunda quincena del mes. Mientras, Bélgica y Holanda representaron el 5,6 y el 3,5% de los clientes hospedados en hoteles de Benidorm, donde también tuvieron presencia otros mercados, aunque ya de forma minoritaria.

Por categorías, los hoteles de tres estrellas fueron los que más ocupación albergaron, seguidos de los de cuatro y dos estrellas. Desde Hosbec avanzaron que la previsión para la primera quincena de diciembre se sitúa en el 58,7% sin contar con las reservas que se produzcan de última hora.