Alumnos, padres y profesores salieron ayer a las calles de Benidorm y Dénia para escenificar su rechazo a la reforma educativa impulsada por el ministro Wert y aprobada por el PP en el Congreso de los Diputados. Pancartas, pitos y megáfonos sirvieron para mostrar la repulsa de la comunidad educativa a los recortes, que también tuvo su reflejo en las aulas, sobre todo en las de Secundaria, donde el seguimiento de la huelga fue masivo.

En la Marina Baixa cerca del 95% del alumnado de los institutos se sumó a la huelga, con picos de hasta el cien por cien en casos como el IES Altaia de Altea, según los datos aportados por los principales sindicatos educativos y la Plataforma en Defensa de l'Ensenyament Públic de la Marina Baixa. Mientras, en los centros de Primaria el seguimiento por parte de los escolares osciló entre el 75 y el 85 por ciento, según las mismas fuentes, que destacaron la «gran implicación que han tenido los padres» y su contribución a que la huelga fuera «un éxito».

Distinto fue el seguimiento por parte del profesorado. David Rodríguez, portavoz del sindicato STEPV, afirmó que el paro de los docentes fue aproximadamente del 50 por ciento, con centros en los que alcanzó el 70% pero otros en los que la respuesta fue mucho más minoritaria.

Donde más se notó fue en los pueblos de la montaña, en los que la presencia de profesorado se limitó a cubrir los servicios mínimos.

«Llevamos muchas huelgas y muchos recortes y hay gente que ya no puede permitirse perder jornadas», señalaron otras fuentes educativas.

La jornada de huelga general en la enseñanza se desarrolló sin ningún tipo de incidentes en la Marina Baixa y tuvo su acto central en Benidorm, donde a las 11.30 se llevó a cabo una concentración que reunió a más de trescientas personas, que ondearon pancartas contra los recortes, ante la curiosa mirada de los turistas.

Mientras, en la Marina Alta cerca de 3.000 personas participaron ayer en la manifestación convocada en Dénia por la Plataforma comarcal per l'Ensenyament Públic contra la ley Wert y los recortes en la educación. En esta comarca el seguimiento del paro también fue desigual entre docentes y alumnos: un 65% de los profesores secundaron la huelga, mientras que entre los alumnos el porcentaje subió al 80%.