La falta de turistas para llenar plazas hoteleras en invierno, motivada principalmente por el recorte de 20.000 paquetes del programa del Imserso y el auge de las segundas residencias entre el turismo nórdico, ha disparado el número de hoteles que tienen previsto echar el cerrojo entre noviembre y mayo en Benidorm y la Costa Blanca.
Así lo refleja el estudio realizado por la patronal hotelera Hosbec, en el que se constata que un 27 por ciento de la planta de alojamiento de la provincia -incluyendo hoteles, campings y apartamentos turísticos reglados- bajará la persiana en temporada baja a la espera tiempos mejores. O dicho de otra forma, saldrán del mercado casi 19.000 camas turísticas, más o menos los mismos paquetes que el Imserso mantiene suprimidos desde el pasado invierno.
El cierre de hoteles en los meses de invierno afectará al conjunto de la provincia, pero tendrá especial incidencia en Benidorm, el principal municipio turístico de la Costa Blanca. Aquí, serán 9.826 las plazas que cesarán su actividad, repartidas en un total de 41 establecimientos hoteleros.
Atendiendo a los datos estadísticos de la patronal, la cifra es cuanto menos llamativa y refleja las críticas perspectivas que maneja el sector para los próximos meses. De hecho, la previsión de cierre de este año representa el doble de las plazas que se cerraron en el mismo periodo de 2008, cuando empezaban a notarse los primeros coletazos de la crisis. Entonces, la clausura por temporada baja afectó a 26 hoteles y 5.053 plazas, prácticamente la mitad de las que lo harán ahora. La cifra actual también está por encima del número de hoteles que cerraron el pasado año, que fue de 38 -7.400 plazas-, y que en 2011: 34, con 7.200 camas.
De las 9.826 camas que saldrán del mercado en la ciudad este invierno, un 28% de la planta hotelera local, el grueso lo hará por fin de temporada -un 68%-, mientras que otro 25,7% cerrará por obras y un 6%, por cierres especiales «para posibilitar el disfrute conjunto de las vacaciones del personal», según Hosbec. Así que a partir de noviembre muchos establecimientos harán EREs temporales, recurrirán a la fórmula de fijos discontinuos de sus plantillas o darán a sus empleados todas las vacaciones de golpe para cubrir el periodo en el que tienen previsto cerrar.
Aunque la temporada baja atiende a los meses comprendidos entre noviembre y mayo, fuentes de la patronal matizaron que el grueso de los cierres en la ciudad se producirá en los meses de diciembre -después de las Fiestas Patronales-, enero y febrero, cuando la reducción de camas oscilará en una horquilla de entre 5.000 a 8.000 plazas.
Datos provinciales
Por lo que respecta al conjunto de la Costa Blanca, a excepción de Benidorm, el cierre afectará al 22% de la planta hotelera, de la que casi un 40% lo hará por obras de reforma. El mayor cese de actividad se realizará entre diciembre y febrero, cuando se clausurarán entre 12.000 y 15.000 camas, con un plazo medio de 141 días; algo más de tres meses.
Calp, con alrededor de 4.000 plazas hoteleras, será el municipio de la provincia con menor cierre de camas: sólo bajará la persiana un establecimiento por obras, lo que representa el 6% del total de su planta, según Hosbec. Por contra, en los hoteles de la Vega Baja será donde habrá un mayor número de cierres: un 37,7% de las plazas, en su totalidad por fin de temporada.
