Una declaración de principios desde el primer día. Más de ocho mil alumnos de la Marina Baixa iniciaron ayer el curso de Secundaria y Bachillerato, en una jornada que se registró sin apenas incidentes, pero que estuvo marcada por las protestas que se llevaron a cabo en cuatro institutos para exigir a la Generalitat y al Gobierno central poner fin a los recortes de medios, becas y docentes de la pública.

La Plataforma per en Defensa de l'Ensenyament Públic de la comarca fue la encargada de comandar estas cuatro acciones, que se desarrollaron en los IES Pere Maria Orts i Bosch de Benidorm, L'Arabí de l'Alfàs del Pi, Altaia de Altea y el IES La Nucía, donde alumnos y profesores, así como miembros de la Plataforma y del sindicato STEPV, lucieron pancartas y lanzaron consignas como la ya famosa «Més educació; menys corrupció».

La elección de los centros no fue baladí. Sobre todo, por lo que respecta al instituto de Benidorm que acogió la protesta. Cerca de un millar de estudiantes de Secundaria, Bachiller y Ciclos Formativos del Pere Maria comenzaron ayer el cuarto curso consecutivo con 22 barracones instalados en el patio y con los escombros de una obra cuya paralización se ha eternizado en el tiempo. Así que ayer, primer día de regreso escalonado a las aulas para sus estudiantes, a los nuevos alumnos de Primero de la ESO no les quedó otra que comenzar a familiarizarse con unos barracones en los que cursarán buena parte las asignaturas y a ver en los pasillos y zonas comunes muebles apilados y material de una obra que parada desde abril de 2011 y que, al menos según los planes que baraja la Conselleria, podría retomarse a partir del próximo enero.

«Confiamos en que este sea el último curso que tenemos que empezar las clases de esta manera, pero a día de hoy aún seguimos sin noticias de Educación sobre cuál será el futuro del instituto», indicó ayer Antonio García, el director del Pere Maria, entre reunión y reunión con los estudiantes.

Además de este centro, las clases en los otros cuatro institutos públicos de Benidorm comenzaron ayer con aulas al borde de su capacidad en algunos casos, hasta con 48 alumnos por unidad y a la espera de que concluya el plazo de matrícula de septiembre para ver si es necesario crear nuevas unidades con las que atender toda la demanda, como ya ocurrió el pasado curso con un aula de Bachillerato, según explicó el concejal de Educación, Rubén Martínez.

Además de los más de 400 estudiantes de Benidorm que dan clase en barracones, el IES Altaia de Altea y el IES Marcos Zaragoza de La Vila Joiosa también cuentan con alumnos en aulas provisionales, en el último caso con unos 200 jóvenes escolarizados en prefabricadas desde hace ocho años y a la espera de que la Conselleria de Educación realice las obras de ampliación que tiene pendientes.

Por su parte, 760 estudiantes del IES La Nucía, que da servicio a jóvenes de esta localidad, Polop y otras poblaciones de la Vall de Guadalest, iniciaron ayer las clases por primera vez sin ningún barracón, después de que el Ayuntamiento invirtiese el pasado curso 15.000 euros para construir una nueva unidad de ladrillo y cemente y suprimir la prefabricada con la que contaban hasta entonces. Fuentes municipales señalaron que este año se ha producido un aumento del alumnado del 3 % en ESO y Bachiller con respecto al curso 2012-2013 y que durante el primer día, todos los profesores estaban incorporados.

En l'Alfàs del Pi fueron 650 los alumnos que se incorporaron a las aulas, aunque como en el resto de centros, la matriculación continúa abierta, destacaron desde el Consistorio.

Por su parte, la Plataforma en Defensa de l'Ensenyament Públic denunció ayer las deficientes instalaciones en las que estudian más de un millar de jóvenes de la comarca, sumando a los barracones los desperfectos que sufren otros centros de Secundaria, como el IES Malladeta de La Vila o los colegios Gasparot, La Hispanidad y Álvaro Esquerdo, también en La Vila, así como el Vasco Núñez de Balboa y Leonor Canalejas de Benidorm, entre otros. Asimismo, denunciaron la pérdida de más de 400 docentes y el despido del 75% de los interinos en los dos últimos cursos.