­El Ministerio de Turismo ha hecho caso omiso a las quejas de la patronal hotelera y no recuperará este año las 20.000 plazas que recortó del programa del turismo de la tercera edad (Imserso) la pasada temporada provocando la pérdida de dos mil puestos de trabajo y 30.000 turistas, pese a que la Costa Blanca y sobre todo Benidorm, es el destino turístico español más demandado por los jubilados.

Mundosenior, empresa a la que se ha renovado el contrato para gestionar el programa, tiene previsto iniciar la venta de las vacaciones a partir del próximo día 21 de septiembre, un mes antes que el año pasado con lo cual en octubre ya habrá jubilados en los hoteles. Las condiciones no cambian pero este año no habrá nuevos recortes de plazas, con lo cual la provincia ofrecerá unas 80.000 plazas hasta abril de 2014, un 10% del total nacional. Pese a todo, el sector espera un buen invierno gracias a los extranjeros.

El retraso en la venta de las vacaciones del año pasado provocó que los hoteles de la provincia que participan en el programa perdieran 45 días de trabajo, que no se recuperaron pese a que después se estirara el programa a mayo de este año. La situación fue grave porque no hubo tiempo para reaccionar.

El recorte del 20% en plazas y presupuesto provocará, de nuevo, que se queden sin vacaciones uno de cada tres pensionistas españoles, cuyo objetivo prioritario es pasar sus vacaciones en uno de los hoteles de Benidorm, Finestrat, Guardamar, Calp, Xábia, Alfaz del Pí, Gandía y Peñíscola (estas dos últimas localidades en Valencia y Castellón pero con hoteles alicantinos), que participan en el programa en la Comunidad Valenciana. En total, el Gobierno subvencionará este año en España 896.000 plazas, 188.000 menos que el 1.084.000 de 2012, una caída del 20% que en la provincia se traduce en más de veinte mil plazas eliminadas.

El turismo del Imserso sigue siendo clave, pese que haya algunas cadenas importantes, las que cuentan con más medios para comercialización sus plazas, que han terminado de por crear «paquetes» para jubilados pero con mejore precios. No obstante, el invierno es largo y muchos de los empresarios que trabajan con el Imserso se aseguran clientela en los meses en los que la demanda llega a caer en picado, aunque tampoco se hagan ricos atendiendo a estos visitantes.

Los empresarios reciben 20 euros por persona/día, precio congelado desde hace diez años. A cambio los turistas tienen derecho a alojamiento, tres comidas, fiesta de bienvenida y veladas amenizadas todas la noches. Estos clientes no contribuyen a engordar la cuenta de resultados pero sí permiten mantener plantillas y hoteles abiertos en invierno. De ahí que estos visitantes resulten trascendentales para mucho hoteles, que si no trabajaran con este mercado tendrían que cerrar durante el invierno.

Los empresarios consideran inexplicable que no se recuperen las plazas porque, además, por cada euro invertido en el programa, el Estado recupera 1,5 euros a través de las prestaciones sociales que deja de pagar a los trabajadores en los hoteles abiertos, así como a través del IVA que se genera en las zonas turísticas.