La madre, Cecilia, sólo tiene palabras de agradecimiento para los agentes. Además, cuenta que si no hubiera sido por ellos, posiblemente se estaría hablando de una tragedia de mayores dimensiones puesto que la ambulancia que reclamaba al 112, según indicia, no se la mandaban.

Cecilia explica que la noche del lunes había salido a tomar algo junto a sus dos hijos y la cuidadora. Sobre las once y media de la noche, cuando se encontraba en la avenida Jaime I, se dio cuenta de que el niño se estaba ahogando. El pequeño acababa de tomar el biberón con total normalidad. «Empezó a ponerse del color del traje de los agentes», relataba ayer la madre de la criatura.

Con los nervios que tenía, era incapaz de reaccionar. Y acto seguido llamó al 112 y, tras explicarle que su hijo se estaba asfixiando, le empezaron a realizar «preguntas tontas» y le pasaron con el pediatra, según apunta Cecilia. A día de hoy sigue preguntándose cómo es posible que le pasaran con un pediatra en lugar de mandarle la ambulancia, que es lo que pedía con desesperación cuando los agentes la vieron.

«¡Mandádmela ya!» eso es lo que escucharon desde el coche en el que iban patrullando los que minutos después se convertirían en los salvadores de Adrián. Los héroes -aunque ellos no se consideren como tales- tienen nombres y son Daniel y Pablo.

Daniel explica que cuando vieron alterada a la madre en medio de la calle fueron inmediatamente a ayudarla. A pesar de que ambos agentes dicen que es la primera vez que les pasa algo parecido, demostraron su destreza y valentía cuando Dani colocó al bebé en su antebrazo y boca abajo para que, con unas leves palmaditas, el pequeño pudiera expulsar la flema.

En cuestión de segundos, el niño volvió a respirar y escucharon los llantos más aliviadores de sus vidas. «Hemos salvado una vida» explican orgullosos los funcionarios, héroes de Adrián. Y así lo cree también la madre del pequeño, que cuatro días después reconoce seguir con el susto.

Los agentes llamaron al SAMU, y le practicaron los primeros auxilios antes de que llegaran los servicios médicos.

Cuando éstos llegaron, el bebé ya se encontraba a salvo. Aún así fue trasladado al Hospital de la Marina Baixa en la Vila Joiosa.

Pronta recuperación

Ayer el bebé de tres semanas se encontraba en perfecto estado de salud junto a su familia en Benidorm.

Cecilia es de Murcia y acudió a la ciudad a pasar su descanso estival. «Espero que a partir de ahora vaya todo mejor», comentó ayer la madre en alusión a sus vacaciones en Benidorm. Junto a ella se encontraba su otra hija de tres años, Michelle, y la empleada del hogar, que en el momento del susto, era la que sostenía a Adrián. Con sólo 17 días el bebé ha vivido una experiencia difícil de la que ha salido como un campeón.