La contratación de un arqueólogo para catalogar el patrimonio histórico de Benidorm desató otra bronca en el pleno del Ayuntamiento. Los protagonistas de este enésimo enfrentamiento dialectico fueron el portavoz del Grupo Municipal Popular, Antonio Pérez, y la concejal de Hacienda, Natalia Guijarro, del PSPV.

El equipo de Gobierno llevó al pleno extraordinario de ayer la contratación de un arqueólogo para inventariar parte del patrimonio histórico de la ciudad, en concreto, la importante donación realizada por Luis Duart. El contrato del experto asciende a 1.200 euros más IVA.

El portavoz del Grupo Popular se preguntó «si realmente ahora es el momento para la contratación de un arqueólogo, máxime cuando en el pleno de junio el Gobierno dio marcha atrás a la iniciativa tras la firma de un convenio con la Universidad de Alicante».

La concejal de Hacienda respondió al portavoz popular que su afirmación dejaba a las claras el escaso interés del PP por la cultura. «Al PP sólo le interesa la Iglesia, el Ejército y la conquista de Benidorm», espetó la concejal socialista. Guijarro justificó la contratación en la «necesidad» de catalogar los fondos del Ayuntamientos a raíz del convenio firmado con la Universidad de Alicante .

El Grupo Popular votó en contra de la propuesta del Gobierno. En el mismo sentido votó el concejal no adscrito Juan Ángel Ferrer.

Ferrer justificó, precisamente en el ambiente bronco que habitualmente envuelve los debates del pleno en Benidorm, su iniciativa de ayer de guardar silencio y no intervenir en ninguno de los dos puntos. «Debido al carácter bronco, con acusaciones difamatorias, descalificaciones innecesarias y otras conductas deplorables, las sesiones plenarias se han convertido en unos episodios toscos, con escenas tabernarias y groseras», dijo.

Ferrer consideró innecesario el pleno extraordinario de ayer porque, a su juicio, los dos puntos podrían haberse incluido en el pleno de julio y anunció su renuncia a la dieta, 350 euros.