«No habrá ningún ahorro ni para el Ayuntamiento ni para el pueblo de Altea». Así se pronunció ayer la edil socialista Paqui Crespo ante el acuerdo aprobado por PP y Cipal de privatizar una infraestructura cultural, el Palau, que costó al Consistorio 9 millones de euros que aún se están pagando. Según la regidora con esa decisión no se garantiza tampoco que la empresa que explote las dependencias de un buen servicio ante cláusulas al respecto en el pliego de condiciones. Gustavo Cuesta, secretario del PSOE local, lamentó a su vez que la pérdida de «un referente cultural».