­El Ayuntamiento de Benidorm clausuró a media tarde del pasado viernes una feria «outlet» que había abierto sus puertas a las 11 de la mañana, organizada por una firma privada en un recinto del h0tel Bali de la ciudad. El Consistorio suspendió la actividad de la feria «por carecer de la preceptiva autorización previa del órgano competente de este Ayuntamiento», según precisa la resolución firmada por el alcalde, el socialista Agustín Navarro.

El Ayuntamiento acordó el cierre de la feria a raíz de una denuncia presentada por la Asociación Independiente de Comerciantes (AICO). El colectivo esgrimió la Ley Valenciana del Comercio para exigir al gobierno local la suspensión del evento comercial. Esa norma especifica que «los ayuntamientos, en el ámbito de sus competencias, concederán las autorizaciones o licencias que resulten preceptivas para el ejercicio de la actividad comercial, previa comprobación de la existencia de los requisitos exigidos por la presente ley y demás normativa vigente».

Una portavoz oficial de la organización de la feria «outlet» aseguró que había comunicado el pasado mes de febrero al Ayuntamiento su decisión de realizar la feria en el recinto del Bali y que en esas fechas el Consistorio no puso ningún reparo. «Fue el martes pasado, cuando descubrieron que era necesario el permiso. Entonces, presentamos la documentación requerida y solicitamos que se nos concediera el permiso al amparo de la nueva ley de medidas urgentes para el impulso de la actividad comercial y la eliminación de cargas administrativas», añadió la portavoz. Tras la denuncia de AICO, el Ayuntamiento aprobó una primera resolución en la que instaba a la mercantil a no abrir al público. La resolución fue comunicada a la empresa por funcionarios. Pero la organización optó por seguir adelante con el certamen.

Tras desoír la empresa este primer requerimiento municipal, el Ayuntamiento, sobre la base de los informes de los inspectores de la Concejalía de Comercio, acordó el decreto del cierre de la feria. Al filo de las cuatro de la tarde, dos agentes de la Policía Local entregaron a la empresa el decreto del alcalde. Tampoco en esta ocasión la empresa cesó la actividad. Dos horas más tarde, la Policía Local regresó al local instando al cierre, que en este caso la organización sí acató. A continuación, los agentes procedieron a cerrar las puertas.

No obstante, la mercantil presentó una denuncia en el juzgado de guardia comunicando los hechos y solicitando al juez que autorice la continuación del evento, «dado que no supone alteración alguna del orden público, sino sólamente una supuesta infracción administrativa».

La Feria estaba previsto que se celebrase hasta la jornada de mañana, domingo.

Críticas de los expositores

«¿Quién nos va a resarcir a nosotros ahora de los daños ocasionado?» Ésta era la preocupación más común entre los 50 expositores que acudieron a frustrada feria «outlet» de Benidorm, algunos de ellos venidos desde ciudades como Sevilla o Valladolid. El certamen incluía básicamente artículos textiles, de hogar y alimentación. La responsable del certamen aseguró que devolverá el dinero a todos los vendedores y estimó el daño económico derivado de la suspensión del evento en 90.000 euros.