Fue un escrache en toda regla. En este caso, de los defensores de la ley a un colectivo habitual infractor de la misma: los organizados grupos de trileros de Benidorm que desde hace décadas esquilman los bolsillos de los incautos turistas que recalan en la ciudad. Una veintena de agentes, afiliados al Sindicato Unificado de Policía (SUP), se desplegó ayer en el emplazamiento favorito de los trileros, la confluencia de la Avenida Mediterráneo con la calle Cuenca, para repartir octavillas informativas entre los turistas acerca de este ilegal juego.

Los agentes, vestidos con camisetas con la leyenda «Policías de España en conflicto», distribuyeron unos 500 folletos con este lema: «No es un juego. Es una estafa». Las octavillas, editadas en cinco lenguas, concluían con el siguiente mensaje: «Tolerancia cero a los trileros».

El objetivo primero de los agentes fueron los turistas extranjeros que, debido al problema de la lengua y, sobre todo porque no están muy avisados de la legendaria picaresca española, son las presas más fáciles de quienes explotan el también llamado «juego de la patata». Aunque los agentes también repartían los folletos entre los visitantes españoles.

En general, los turistas extranjeros no estaban muy al tanto de las taimadas intenciones de los trileros. Aunque algunos sí: «Hay que tener cuidado, a mi mujer le robaron el bolso de un tirón», dijo una turista inglés. Los turistas españoles, por su parte, sí eran más consciente del timo, aunque dudaron sobre su erradicación definitiva. «Les va a costar un huevo. Son muy listos los trileros», dijo un veraneante de Albacete.

Los agentes fueron cambiando su ubicación en un intento de coger con las manos en la masa a un grupo con el tenderete desplegado y los típicos cubiletes que ocultan la bolita sobre la mesa. Pero su acción resultó fallida. La labor de los «aguadores» fue, una vez más, eficaz.

Manuel Soler Martínez, secretario de organización del SUP de Benidorm, justificó así la iniciativa de la organización, que previamente ha sido comunicada a la a la Subdelegación del Gobierno de Alicante: «No es solo por la estafa en sí, si no también lo que se genera a su alrededor, como robos violencia y, por tanto, desde el SUP solicitamos a las autoridades judiciales, policiales y locales que se ponga fin a esta situación».

Soler expresó su satisfacción por la iniciativa del Senado, aprobada por todos los partidos, de tipificar como delito la práctica del trile: «Es algo que demandábamos hace tiempo. Por tanto estamos en el principio del fin del trile en la ciudad», explicó.

Los agentes del SUP estuvieron respaldados por José María Benito Celador, portavoz de la ejecutiva nacional del SUP.