Para intentar llevarse bien con Benidorm, el Consell puede tener la mejor voluntad del mundo y hacer gestos tan elocuentes como el del presidente Alberto Fabra acudiendo hace unas semanas a la asamblea anual de Hosbec o el de su conseller de Turismo, Máximo Buch, clausurando ayer el congreso estatal de apartamentos turísticos. Pero son sólo eso, gestos. A la hora de la verdad, o sea, a la de repartir el dinero, la Generalitat vuelve a decepcionar una y otra vez a la capital autonómica del turismo. Ayer, volvió a pasar cuando se hicieron públicas las ayudas a los 208 municipios turísticos de la Comunidad. Benidorm sólo recibirá por la campaña de 2011, que es la que Valencia está pagando ahora, 186.000 euros. Es muy poco. Máxime si se tiene en cuenta que por la campaña de 2005 -eran otros tiempos- se abonaron 983.000 euros. Así pues, una reducción del 75% en tan sólo seis años.

Esas ayudas funcionan de la siguiente manera: cada municipio presenta al Consell unos gastos derivados de su actividad turística y que no se pueden financiar por ningún otro impuesto, entre ellos el mantenimiento de las oficinas de información turística, excedentes de policía y seguridad ciudadana o actuaciones de limpieza viaria y mobiliario urbano. Ahora bien, la Generalitat no paga todo lo que le piden: realiza unos coeficientes para cada población y les abona en función del presupuesto que la propia administración autonómica ha destinado para tal efecto. Eso cuando lo hace. Porque durante el ejercicio pasado, en el que tocaba abonar la campaña turística de 2010, Valencia decidió finalmente anular esa ayuda. Ahora, y para la campaña de 2011, ha vuelto a reactivarla. Pero sólo destinará un presupuesto global a la misma de 1,053 millones. Y eso también es muy poco.

Baste decir que los gastos ocasionados en Benidorm en esa campaña de 2011 que ahora se compensa ascendieron a 8,5 millones: al recibir ahora esa subvención de 186.000 euros, la capital de la Costa Blanca en realidad sólo cubre el 2% de los gastos ocasionados durante aquel ejercicio. En el boyante periodo situado entre las campañas de 2003 y 2007, las cantidades que la Generalitat le daba a Benidorm -entre 800.000 euros y los 983.000 euros antes citados- permitían a la ciudad cubrir hasta el 12% de sus gastos. Ese porcentaje se ha reducido pues en diez puntos.

Ferrer da primero

Hay otros motivos que provocan desagravio en Benidorm . Así el edil no adscrito, Juan Ángel Ferrer, que fue quien dio a conocer esos datos e hizo las primeras valoraciones, reveló que de esos 1,050 millones para este año como partida global, Benidorm sólo ha recibido un 18% (los ya citados 186.000) a pesar de que aporta al negocio turístico total de la Comunidad un 40%. Otra evidencia de que todos los responsables autonómicos glosan la importancia de la capital de la Costa Blanca en el turismo valenciano sólo a la hora de las palabras, no de las matemáticas monetarias. O, como dijo Ferrer, "la Generalitat nos deja otra vez con los bolsillos vacíos".

El problema estriba en que de los 208 municipios catalogados como turísticos por el Consell un 40% no lo son y se limitan "a celebrar alguna romería o una fiesta singular al año por la que reciben 300 euros", agregó Ferrer. Y eso, claro, perjudica a la hora del reparto a poblaciones verdaderamente turísticas como Benidorm. En la misma tesis ahondaron el presidente de Hosbec, Antonio Mayor, para quien el Consell con estas ayudas intenta dar "café con leche para todos los municipios con el fin de contentarlos a todos sin apoyar de forma eficaz a aquellos que están manteniendo empleo y abren todo el invierno con mucho esfuerzo; o la actual edil de Turismo, la liberal Gema Amor, quien acusó al Consell de "hacer actos vacíos como el de Fabra con Hosbec en vez de paliar el grave déficit histórico de la Generalitat con Benidorm".

El conseller Buch tuvo que aguantar este torrente de crónicas precisamente en Benidorm. Destacó que este año, a diferencia del pasado, sí que ha habido ayudas, aunque admitió que las mismas son modestas "por las restricciones". Así que "tendrán que repartirse de la forma más objetiva posible, ayudando tanto a municipios ya líderes, como Benidorm, como a pequeños municipios que se quieren iniciar en la actividad turística y que necesitan apoyo", informa R. Pagés. O sea, el café para todos censurado por Mayor.

Debido a que durante el año pasado se anularon las ayudas, para éste el Ayuntamiento no había presupuestado esa subvención. Así que los 186.000 euros que ahora va a recibir serán "ingresos extraordinarios" que sólo irán a cubrir deuda, explicó la edil de Hacienda, Natalia Guijarro, quien recordó que las arcas autonómicas aún le deben 1,4 millones a Benidorm.

Apoyo a Hosbec en los grandes eventos

Porque considera que "sin Benidorm el proyecto de Compromís está incompleto", el portavoz en las Cortes de esa coalición, Enric Morera, visitó ayer la ciudad turística para escuchar sus problemáticas sociales y turísticas y especialmente manifestar su apoyo a la patronal hotelera Hosbec. "Se ha producido una competencia desleal a la hora de destinar recursos públicos para negocios amañados y concebidos para amigos del alma y yo creo que el presidente de Hosbec (Antonio Mayor) tiene razón cuando dice que "si alguien quiere un gran evento debe pagárselo de su bolsillo, no del de todos"".