La expansión de la ORA en Benidorm ya va en serio. El gobierno local (PSOE y CDL) va implantar el estacionamiento de pago durante el verano en una zona tan emblemática como es la primera línea de La Cala, en la avenida Vicente Llorca Alós de la franja de Poniente. Lo hará además de una forma que podría calificarse de histórica y que a buen seguro acarreará controversias: la zona azul en ese tramo de fachada marítima no se implantará sólo los días laborales, como ocurre en el resto de la ciudad, sino que será de lunes a domingo, incluidos los festivos. Es una posibilidad que en la actualidad no contempla la ordenanza municipal que regula este tipo de aparcamiento, por lo que la misma deberá ser modificada.

Según el informe técnico que avala la propuesta de la concejalía de Movilidad, la ORA se implantará "al menos" del 1 de junio al 30 de septiembre, es decir toda la temporada alta, en la parte de la avenida más próxima a la playa, ya que en la ubicada junto a las viviendas simplemente se ha eliminado el aparcamiento para habilitar un carril-bici. Ahora bien, ese, "al menos", es importante: evidencia que el Ayuntamiento no descarta ampliar la medida a otras épocas del año. Falta ahora saber qué opinan los comercios y restaurantes del entorno, algunos de los cuales ya han discrepado; así como los vecinos, que en el último Consejo Vecinal ya se habían pronunciado en contra de más zonas de estacionamiento de pago en la ciudad.

Y por supuesto, también hay polémica política: ayer, el edil popular José Ramón González de Zárate aludió al "pacto secreto" entre la edil de Escena Urbana, la liberal Gema Amor, y la concesionaria del servicio, la archiconocida Park Control, que a cambio de retirarse de la demanda judicial contra el alcalde, el socialista Agustín Navarro, y contra el exedil de Movilidad, José Bañuls, ya está recibiendo, según el PP, nuevas zonas de ORA. La de La Cala será la primera, pero también se baraja obligar a pagar por aparcar en el Rincón de Loix y en la parte alta de l'Aigüera.

"Calmar el tráfico"

Como es lógico, el gabinete de Navarro niega cualquier acuerdo secreto con la mercantil. Y defiende la implantación de la Zona Azul de la Cala porque al menos durante el periodo estival es necesario una "rotación en el estacionamiento" debido a la álgida actividad comercial de la época. Además, argumenta también, la ORA no es más que uno de los elementos utilizados para reordenar la movilidad de la avenida; otro, será la instalación del citado carril-bici unidireccional hacia el Paseo de Tamarindos, que así conectará con el que ya existe en el resto del Paseo de Poniente. En este sentido, el Consistorio recuerda que la Ley de Movilidad del Consell fomenta el uso de la bicicleta. Además, el carril de circulación de los vehículos en sentido centro queda estrechado, "cumpliendo así la necesidad de "calmar" el tráfico y proteger a peatones y ciclistas de la excesiva velocidad", que hasta ahora sufría ese vial, según reza el informe técnico.

Por su parte, Zárate alertó de que en realidad el gobierno quiere implantar una "gran zona azul" en todo Benidorm -el PP teme que también se extienda a la Colonia Madrid y a la Plaza de España-, exigió conocer con "luz y taquígrafos las cláusulas del pacto secreto" e instó al gobierno local a que aplique la rebaja de la ORA anunciada en abril de 2011 -justo antes de elecciones- y aún no aplicada.

Los trabajadores de la empresa llevan 4 meses sin cobrar

Representantes de los trabajadores de la concesionaria de la ORA de Benidorm, Park Control, mantendrán hoy una reunión con el Ayuntamiento y con la cúpula de la propia contrata para intentar alcanzar una solución a la delicada situación laboral que vive la plantilla, que lleva ya cuatro meses sin cobrar. Son 31 trabajadores a los que se les adeudaría aproximadamente más de 34.000 euros en total, según calcularon con prudencia fuentes sindicales. Ayer, los trabajadores ya mantuvieron un primer encuentro con el alcalde, el socialista Agustín Navarro, quien se habría comprometido a hablar con la propia concesionaria antes de que hoy las tres partes implicadas se vean las caras.

Por su parte, el edil popular José Ramón González acusó a la responsable de Escena Urbana, la liberal Gema Amor, de "ignorar la suerte de treinta familias de la ciudad y permitir el estallido de un nuevo conflicto laboral en la ciudad".

No es la primera vez que surgen este tipo de problemas en la concesionaria, cuya plantilla ya convocó una huelga el año pasado después de estar cinco meses sin cobrar.