Igual de necesaria para la agricultura como dañina para muchas cosechas. Las lluvias registradas durante los últimos días en la Marina Baixa y la fuerte granizada que cayó ayer durante unos quince minutos en muchos municipios han echado al traste el inicio de la campaña de recolección y comercialización del níspero, uno de los principales cultivos de la comarca y que sustenta buena parte de las economías de poblaciones como Callosa d'en Sarrià, Bolulla, Polop o Altea, entre otras.

Tras un invierno seco, que ha provocado una reducción en el calibre del fruto, la meteorología ha vuelto a ser estos días clave y ha acabado por hundir las previsiones del sector en el arranque de la campaña, cuando el níspero encuentra mejor salida -y mejores precios- en el mercado, al adelantarse a otras frutas típicas del verano.

No en vano, entre el jueves y el domingo la previsión era poder recolectar alrededor de 400.000 kilos diarios de fruta ya madura, que ahora no se podrán comercializar debido a que las precipitaciones han provocado un rajado de la piel que impide su venta y exportación, puesto que no se puede garantizar su conservación en óptimas condiciones. "Son nísperos que podrían haberse vendido como de primera categoría y que con el rajado de la piel han dejado de ser comerciales, así que en muchos casos ni siquiera se recogen porque todo lo que generan son pérdidas". Así lo indicaron ayer fuentes del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Níspero de Callosa d'en Sarrià y de la Cooperativa Agrícola de esta localidad, que desde el jueves hasta ayer tenían cuantificadas las pérdidas en cerca de 1,5 millones de kilos y que ahora, tras la granizada de ayer, tratan de evaluar los nuevos daños que ha sufrido el fruto.

En cualquier caso, según los datos aportados por Esteban Soler, el ingeniero de la Cooperativa, todo apunta a que las pérdidas afectarán a más del 15% del volumen total de la cosecha de nísperos de la presente campaña. A falta de cerrar este dato, lo que sí parece claro es que las pérdidas comerciales serán "elevadísimas", tanto para los agricultores como para las organizaciones agrarias: "Se ha perdido el mejor fruto, el más competitivo y con mejores precios en el mercado", destacó Máximo Guzmán, el presidente del Consejo Regulador de la DO, quien indicó, no obstante, que ahora la esperanza de los agricultores es que el fruto que aún está verde en el árbol pueda aumentar de tamaño para aliviar las pérdidas iniciales.

Cerca de 120 litros por metro cuadrado

y mínimas de 7º que retrasan la maduración

La lluvia y la drástica bajada de las temperaturas registrada durante los últimos días han resultado tremendamente adversas para los cultivos de níspero en la comarca. Por un lado, porque durante estos días se han registrado precipitaciones de entre 110 y 120 litros por metro cuadrado, nefastas para la fruta ya madura, con una piel más frágil y menos flexible que cuando el fruto está aún verde, y a la que cualquier precipitación por encima de los 30 o 40 litros por metro cuadrado provoca un rajado de la piel, según explicó Máximo Guzmán. Por otro, para los nísperos que aún están verdes y cuyo proceso de maduración se está viendo retrasado debido a las bajas temperaturas, con mínimas de 7 grados a primeras horas, agregó Esteban Soler. Esto hará que, además de las pérdidas, el fin de la campaña pueda retrasarse algunas semanas.