La polémica en torno a la adjudicataria FCC en Benidorm no es nueva. Aunque ahora el debate político y técnico en torno a la empresa está candente, hace ya años que salieron a la luz informes que como poco cuestionaban el servicio de esta mercantil en sus diferentes contratas con la ciudad. En una fecha ya tan lejana como julio de 2005, diversos dictámenes de los funcionarios cuestionaban que FCC tuviera derecho a cobrar facturas extraordinarias por la recogida de enseres de 432.000 euros al considerar que esa labor ya estaba incluida en sus obligaciones ordinarias según el contrato suscrito en su día entre el Consistorio y la mercantil. FCC, que siempre se ha defendido con vehemencia, argumentaba no obstante en aquella ocasión que el cierre del vertedero municipal le había obligado a modificar su sistema de trabajo en esa recogida de enseres, por lo que consideraba que se había producido una modificación del contrato. A pesar de las dudas de los informes realizados por los técnicos del área de Contratación, las hemerotecas cuentan que aquellas facturas se acabaron abonando.

Otra pieza rescatada de la memoria periodística señalaba que FCC cobraba servicios por limpieza que no prestaba en este caso en la contrata de limpieza del Ayuntamiento, según denunció en 2006 el entonces concejal socialista Luis Ángel García, de la oposición. Ese titular de «cobrar por servicios que no se prestan» podría extrapolarse a la actualidad, cuando desde 2011 ediles socialistas del actual gobierno local insistieron que la concesionaria presentaba facturas por trabajos que no efectuaba.