Tras regresar de Fitur, los empresarios turísticos de Benidorm dijeron sentirse "moderadamente" optimistas respecto a los posibles resultados de la presente temporada turística. Los primeros datos del año parecen confirmar esas esperanzas. El municipio ha cerrado la segunda quincena de enero de 2013 con una mejora de 0,4 puntos en la ocupación hotelera respecto al mismo periodo del año pasado. No es que sea un dato para brindar con champán. Pero algo es. Incluso mucho, si se tiene en cuenta que la capital de la Costa Blanca al fin cambia de ciclo y recupera ocupación por primera vez después de nueve quincenas de caídas constantes en esta estadística que lastraron claramente los volúmenes de negocio de 2012, un ejercicio turístico muy complicado. Además, esta segunda quincena de enero de 2013 es la mejor de los últimos seis años, con un porcentaje del 65,2%. Para verificar en las tablas estadísticas un guarismo mejor hay que remontarse a 2007, prácticamente en los inicios de la crisis, según subrayó ayer la patronal hotelera Hosbec.

Como no podía ser de otra manera y con un mercado español que continúa en recesión, esta ligera mejoría hay que buscarla en el turismo británico, que no parece tener techo: en Benidorm, este mercado alcanzó durante esta última quincena de enero 120.000 pernoctaciones, un 16% más que en el mismo periodo de 2012. Como ya había apuntado este diario, la ciudad de los rascacielos parece así regresar al modelo turístico anterior a 2004 cuando, antes de que el turismo español se disparara gracias al Imserso, los visitantes del Reino Unido eran los predominantes en invierno. De cualquier modo, touroperadores y compañías aéreas aseguraron en Fitur que esta tendencia al alza del emisor británico también va a mantenerse en verano. Lo contrario, evidentemente, abocaría al sector en Benidorm a una auténtica hecatombe debido a su dependencia cada vez más acusada de los súbditos de Isabel II.

Ahora bien, aunque los empresarios no niegan la tremenda importancia del mercado inglés, creen que hay otros motivos para la esperanza. En primer lugar, la pujanza del resto de los mercados europeos: en esta segunda quincena de enero, belgas y holandeses han tenido, según Hosbec, "comportamientos muy estables"; y el emisor ruso alcanzó las 1.200 pernoctaciones, el doble de las del año pasado, aunque sus números en la tarta global del turismo de Benidorm "todavía no sean significativos".

¿Y el mercado español? Ese, en cambio, sigue bajando. En esta última quincena lo hizo en un 7% respecto a la de 2012; además, los turistas españoles supusieron sólo un 49,9% del total de los visitantes de Benidorm frente a un 50,1 de extranjeros. Ahora bien, también en este caso Hosbec emitió ayer un mensaje teñido de optimismo y aseguró que en el mercado autóctono "se aprecian signos de recuperación" para el primer trimestre del año.

Todos estos datos le sirvieron al presidente de la patronal, Antonio Mayor, para afirmar que en plena recesión global, "Benidorm está aguantado el tipo". Y que incluso le va mucho mejor que a otros destinos como Madrid y Barcelona que, a diferencia de la capital de la Costa Blanca, no sólo tienen oferta de ocio sino también de congresos o de cruceros. De hecho, Mayor recordó que Benidorm cerró 2012 con una ocupación media del 78% frente al 74% de la capital catalana o el 62% de la española.

El presidente de Hosbec aseguró además que "conforme nos aproximemos al verano las cosas irán mejor". Así, pronosticó un buen mes de febrero gracias también a la celebración de los Carnavales, que supondrán una afluencia importante de belgas y holandeses.

¿Se ha superado lo peor?

A pesar de los atisbos de recuperación, el sector turístico insiste en que tampoco es cuestión de dejarse arrastrar por la alegría desmesurada. "Aún estamos en crisis, los hoteles se ven obligados a ofrecer precios muy bajos para estimular la demanda y hay datos de la economía nacional que ponen los pelos de punta", admitió el presidente de Hosbec. De hecho, la media global de enero en lo que a ocupación se refiere, de un 62,2%, fue aún peor que la del año pasado, aunque sólo fuera por medio punto. Nada ver que con los abruptos descensos que se produjeron durante el otoño de 2012. Pero un descenso más al fin y al cabo.

Si bien es verdad que, como insiste Hosbec, Benidorm cerró el año pasado con una media de ocupación superior a Barcelona o a Madrid, lo cierto es que 2012 fue un año duro para el sector, muy golpeado especialmente por la recesión tremenda del turismo español. La primera gran voz de alarma se produjo durante la primera quincena de agosto, quizás el periodo turístico por excelencia del año, y donde se registró un descenso en la ocupación de 5,8 puntos. A partir de la primera quincena de septiembre esos desplomes ya fueron generalizados durante cinco meses seguidos y hasta esta última quincena de enero, en que la cosa se ha enderezado. Y hubo estadísticas realmente alarmantes, como las caídas de más de seis y siete puntos que se produjeron, como puede apreciarse en el cuadro adjunto, entre octubre y diciembre provocadas además por la "inoperante puesta en marcha" del Imserso durante esta temporada, tal y como denunció Hosbec. Los graves problemas de competitividad en el aeropuerto de El Altet y la caída en las subvenciones de las administraciones supramunicipales fueron otras causas que explicaron una situación que llegó a provocar la perplejidad del sector, el incremento de plazas hoteleras cerradas durante el invierno y más paro.

Ahora, el sector espera que ese momento, el peor del turismo en los últimos tiempos, pueda empezar a superarse. Para corroborarlo, las próximas quincenas serán decisivas.