El artículo 53 de los estatutos del PSOE sostiene que la comisión de una "falta muy grave" puede acarrear la pérdida de la condición de militante del partido. Pues bien, según la ejecutiva socialista de Benidorm, reunida ayer de urgencia, el concejal Juan Ángel Ferrer habría cometido tres de esas faltas. Dos, ayer: convertirse en edil no adscrito y haber proferido duras declaraciones contra el alcalde y contra el partido. Y la otra el pasado 29 de diciembre, cuando rompió la disciplina de voto y se abstuvo en los presupuestos que presentó el gobierno de PSOE y CDL.

Total que, ante esta tesitura, los socialistas de Benidorm iniciaron los trámites para solicitar a la dirección nacional del partido en Valencia la expulsión provisional de Ferrer. Su secretario general, Rubén Martínez, informó además de que la ejecutiva "aprobó por unanimidad" exigirle al concejal crítico que hoy no se pase al grupo de los no adscritos, sino que "devuelva su acta de concejal". Martínez agregó que la postura de Ferrer supone una "bofetada a todos los militantes socialistas que lucharon en la campaña electoral para ganar las elecciones". Por ese motivo, le pedimos que deje su acta, para que de esta forma los militantes puedan ver cómo otro compañero del partido se convierte en concejal".

Aunque estas cosas tienen sus tiempos y sus trámites, la expulsión de Ferrer parece ya cantada. Entre otras cosas porque en la dirección del PSPV, que es la que tiene competencia para asumir estas decisiones, opinan igual que en la de Benidorm. Ayer, el secretario de Política Municipal de los socialistas valencianos, José Manuel Orengo, confirmó que si Ferrer "no reconsidera su postura o devuelve el acta será expulsado del partido". Ahora bien, Orengo fue aún más lejos y pronunció la palabra que hasta ayer por la tarde nadie se había atrevido a pronunciar en Benidorm quizás por los recuerdos que trae: la de transfuguismo. "Estamos ante un ejercicio de transfuguismo, ya que este concejal está utilizando un acta, que es representativa del partido y no es de su propiedad, para pasarse al grupo de los no adscritos". Horas antes, Ferrer había matizado que "en un partido que cada vez defiende más las listas abiertas, entiendo que mi acta también me pertenece a mí".

En 2007, el PSOE ya había intentado fichar a Ferrer para que fuera su candidato a la Alcaldía. Entonces no fue posible, pero en 2011 el ahora edil no adscrito sí aceptó figurar como número dos en la lista de los socialistas, orgullosos así de contar al fin con su mirlo blanco. Entonces, el alcalde, Agustín Navarro, lo explicó de otra manera: dijo que el PSOE ya tenía a su propio Messi. Ayer, Ferrer dijo que Navarro había utilizado una "forma muy tosca de rebautizarme". Tosca o no, los socialistas se quedan ya sin su mirlo; o sin su delantero estrella.

Ferrer también se mostró dolido por el hecho de que a lo largo de los últimos 6 meses Navarro lo haya facilitado ni una sola explicación sobre su situación política. Por su parte, Martínez aseguró ayer que hasta en tres ocasiones le instó a Ferrer a que se sometiera a la disciplina de voto o renunciara a ser concejal.