Hay una encrucijada de calles en Benidorm donde el cabaré sobrevive. Está en la llamada "zona guiri", en el Rincón de Loix. En apenas un radio de cien metros uno puede encontrar abiertos, cada noche, pubs en los que se suceden actuaciones de cantantes, imitadores o humoristas a un ritmo digno del popular programa "Tú si que vales". Todos tienen algo en común, los artistas son británicos y actúan para sus compatriotas. En estos bares, pese al nivel de algunas actuaciones, no se ve un solo español. Y ello no es problema para los empresarios del sector, que curiosamente no están asociados aunque lleven décadas en el negocio. Lo que les preocupa es que pese a la oferta que mantienen en temporada baja se empiece a no ver un alma por las calles de "su" Benidorm en cuanto anochece.

El "todo incluido" que cada vez se expande más entre los hoteles de la ciudad dicen que está "matando" su atractivo, convirtiéndola en una más de las que en invierno "da miedo salir del hotel", cuando lo que el turista británico busca es sentirse seguro, casi en casa. "Desde hace más de 30 años Benidorm es conocido por su vida nocturna y eso lo valoran mucho los británicos, que encuentran aquí una oferta de espectáculos mucho más barata que en su país... aquí no pagan por entrar en los locales ni por las actuaciones, pero al ofrecerlo todo en el hotel, empiezan a no salir de él y eso puede terminar haciendo que cerremos, que Benidorm no se diferencie de otros sitios", explicaba Óscar Gómez, trabajador en el "Palladium", un local cuyo espectáculo está dirigido a la tercera edad, donde actúan desde hace nueve años Fred y Judith.

La pareja, como otros artistas que trabajan en la zona, reside en Benidorm y lo considera su casa. A diferencia de los demás, ellos están ahora en plena temporada alta, llenando cada noche con una actuación en la que invitan al público septuagenario a cantar con ellos. Explican que su "show" emula las viejas cantinas, aquellas en las que siempre había un piano a mano para que lo tocara quien quisiera, sin duda el origen del actual karaoke. "Trabajamos todos los días, a la misma hora y muchas veces con la misma audiencia. Esto es porque el británico entiende el pub como un centro social donde hablar y cantar, el español busca más salir a comer", dice Judith. Ante la pregunta sobre qué opina su gremio del "todo incluido" en los hoteles, responde con un dicho que al parecer tiene sentido en ambas culturas: "Si no está roto, para qué lo arreglas". Y se explica: "Si las cosas iban bien por qué cambiar el sistema, solo puede ir a peor y creo que están arriesgando mucho, pero es solo mi opinión".

En el "Stardust", cabaré cercano, un humorista escocés, Tony Scott, tiene el local bastante lleno. Pero los empleados dicen que "no hay mucha gente", apenas un 20% respecto al público que llega a tener en verano y otras épocas. Meses en los que contratan hasta siete actuaciones diferentes para una noche. No es una excepción. Lo mismo ocurre en "The Town", local vecino donde un cómico realizaba a la misma hora su espectáculo después de haber calentado la sala un Elvis revivido. Y pasa en "Western Saloon", donde cantaba una pareja "Country" y cuyo encargado incidía en lo mismo y apunta que en su caso el pub pertenece a una cadena hotelera que de momento rechaza el "todo incluido". La cadena lleva también el "Morgan Tavern", que sí ofrece hasta cinco actuaciones en invierno. Claro, que es el bar de referencia de la popular serie británica "Benidorm".