Las aulas amanecieron ayer vacías. Aunque quizás la ocasión lo merecía, la situación no respondía a ninguna acción de protesta por las condiciones en las que se encuentra el instituto Pere Maria Orts i Bosch desde hace casi dos años. Los cerca de 750 alumnos que estudian por la mañana en este centro de Secundaria de Benidorm no acudieron a clase por motivos de seguridad, después de que un día antes unos 400 jóvenes tuvieran que ser evacuados del módulo de barracones donde se encontraban. Las fuertes rachas de viento levantaron la techumbre del porche y de una de las 22 prefabricadas que copan el patio, sin que por fortuna ningún estudiante resultara herido. "Hemos tenido mucha suerte. Pero si ya ha pasado una vez, ¿quién nos asegura que no va a haber una segunda?", indicó ayer el director del centro, Antonio García.

Este es el principal temor que trasladaron algunos de los 94 profesores que forman el claustro de este instituto, que ayer celebraron una reunión para exigir a la Conselleria de Educación que las obras de ampliación del centro, que llevan paradas desde abril de 2011, se retomen de una vez por todas y concluyan lo antes posible. Los docentes acordaron también convocar un consejo escolar para el próximo martes, donde definir qué acciones de protesta se pueden emprender a partir de ahora. Y lo harán por dos motivos. Por un lado, porque desde lo ocurrido el jueves "se ha credo una situación de inseguridad entre profesores y alumnos que antes no había", indicó ayer Antonio García. Por otro, porque muchos creen que ya han tenido suficiente paciencia y que es hora de pasar a la acción.

Razones no les faltan. La ampliación del IES Pere Maria se inició en julio de 2009 y debía haber concluido en julio de 2011. Pero no fue así. En abril de ese año, la empresa adjudicataria se fue a pique y abandonó los trabajos cuando ya estaban ejecutados al 80%. Y, desde entonces, una enorme grúa, cajas, escombros y todo tipo de material de obra se apilan en buena parte del instituto, mientras estudiantes y profesores deben compartir un área del soñado y nuevo instituto con 22 barracones por los que pasan cada día cientos de alumnos.

Por eso, y más después de lo ocurrido el jueves, la comunidad escolar cree que la Conselleria ha de dejar de mirar hacia otro lado. "Esto es cuestión de seguridad y también de voluntad política", señalaron ayer en el instituto. También opina lo mismo el Ayuntamiento de Benidorm, cuyo concejal de Educación, Rubén Martínez, explicó que desde el 14 de febrero de 2012 esperan que Educación dé respuesta a una carta firmada por todos los grupos municipales -PSOE, PP y CDL- en la que, además, aportaban una propuesta técnica para dar solución a este bloqueo. Una solución por la que también apuestan desde el centro. "Si la obra está ejecutada al 80% y el tema está en el juzgado, la Conselleria lo tiene tan fácil como depositar un aval bancario por la cuantía que se estime para ese 80% y licitar el 20% restante a una empresa que se encargue de acabar las obras", dijo Martínez.

Por el momento, Educación ha dado la callada por respuesta. Y mientras, los 750 alumnos del Pere Maria volverán el lunes a clase, después de que la empresa de mantenimiento reparara y revisara ayer todos los barracones y certificara que vuelven a ser seguros. Falta saber cuánto tiempo más tendrán que estudiar echando la vista al cielo.

Más de 100.000 ? al año de gasto en alquiler

A pesar de la crítica situación financiera de la Generalitat y mientras la ampliación del Pere Maria Orts duerme el sueño de los justos desde abril de 2011, la Conselleria de Educación gasta anualmente más de 100.000 euros por el alquiler de las 22 aulas prefabricadas instaladas "provisionalmente" hasta que finalizaran las obras. Fuentes del IES señalaron ayer que la cifra podría alcanzar los 140.000 euros anuales y agregaron: "Las obras tendrían que acabar en julio de 2011, por lo que por estos años de retraso, la Generalitat habrá pagado más de 300.000 euros que podría haber invertido en acabar las obras".