Lleva poco más de una semana al frente de la Comisaría de Benidorm. ¿Cuál es la sensación de estos primeros días?

Tomé posesión el día 10, así que aún estoy aterrizando, viendo y hablando con todos los grupos de la Comisaría para ver el trabajo que realizan, las carencias que pueda haber... Tenemos mucha gente joven, con ganas de hacer cosas, y una plantilla muy motivada. Tengo una impresión muy buena y creo que vamos a hacer cosas importantes.

Usted ha estado en brigadas de Información en el País Vasco, Valladolid y también al mando de los TEDX. Pese a todo, en su toma de posesión dijo que este nuevo cargo era un reto, ¿por qué?

Es un cambio de funciones radical. Ahora, por primera vez en 30 años de carrera, voy a estar al mando de una comisaría, lo que supone otra forma distinta de realizar tu labor. En los grupos de Información se hace un trabajo callado, más en la sombra, y que a veces tarda en dar sus frutos; ahora voy a ser la cabeza de una comisaría entera y voy a tener más visibilidad, no sólo en el trabajo interno, sino también de cara a la ciudadanía y las instituciones.

... Y encima en una ciudad como Benidorm.

Además eso. Benidorm tiene una proyección nacional muy importante, pero también internacional. Es una ciudad que depende mucho del turismo y de la imagen. Y la seguridad es clave. Por eso estoy con mucho ánimo, como si acabara de salir de la academia y fuera mi primer destino.

¿Qué es lo que le ha trasladado de la ciudad el personal de esta Comisaría?

Que Benidorm ha mejorado mucho sus índices de delincuencia desde el 2003 hasta 2012 y eso es un trabajo de la anterior cúpula de mando. Mi principal objetivo va a ser mantener esa tendencia y, si puedo, reducir aún más las cifras.

¿Quiere decir que Benidorm es una ciudad segura?

Atendiendo a los datos estadísticos y oficiales, sí. Muy segura, aunque a veces se traslade lo contrario. Aquí, el turismo atrae a delincuentes que la mayoría de las veces no son violentos, que van al descuido, a hurtar y ganarse la vida de malas maneras pero sin hacer un daño excesivo a las personas. Lo que hay mayoritariamente son hurtos; también algunos delitos o faltas menores, pero a diferencia de otras grandes ciudades, o no tan grandes y que están aquí cerca, en Benidorm no se producen delitos violentos: atracos, homicidios, asesinatos, extorsiones, secuestros... Por eso digo que es una ciudad segura. Y espero que lo sea más de aquí en adelante.

Sin embargo, desde que usted está aquí, ya ha habido al menos una reyerta en la zona inglesa, que se saldó con un herido por arma blanca y un detenido. ¿Es una zona de la ciudad que le preocupa especialmente?

Fue un enfrentamiento de dos ingleses que iban bebidos y acabó con un herido, sí. El mayor problema son las peleas, pero peleas hay en todos sitios; el alcohol lleva muchas veces a eso, desgraciadamente. Les da por beber y beber... y luego pasa lo que pasa. Quizás es peor la gente que se aprovecha de los turistas extranjeros que van muy bebidos para hurtarles u otras cosas. Pero creo que esa zona es más segura que la imagen que se transmite de ella, que es más la fama que la realidad. Aunque cuando pase el verano, si me vuelve a preguntar por esto en concreto allá por septiembre, podré decirle ya de primera mano mi impresión.

¿Tiene previsto hacer alguna acción concreta en esta zona?

Sí. Mi intención es intensificar la presencia policial en los meses de más ocupación turística, para intentar reducir lo que pueda pasar allí. Y, sobre todo, porque soy consciente del daño que se puede hacer a la ciudad con campañas mediáticas como las que se hacen en prensa extranjera.

El pasado verano hubo una en medios británicos, por ejemplo.

Sí, me lo han comentado. Y después, observando los datos oficiales, resulta que el número de delitos o altercados en esa zona había bajado con respecto al año anterior. Por eso creo que muchas veces es más la fama que lo que realmente ocurre, campañas orquestadas no sé con qué fines y con qué intención, pero que pueden hacer mucho daño al turismo. ¿O es que acaso en Inglaterra no hay peleas?

Usted ha anunciado como una de sus prioridades la puesta en marcha de una oficina policial de atención al turista extranjero. ¿Piensa que con este servicio igual se pueden paliar un poco estas situaciones?

Es una prioridad, un interés del propio Ayuntamiento y también del Cuerpo de Policía. Se atenderá al turista extranjero, pero también al español. Creo que Benidorm, como ciudad eminentemente vacacional, no puede estar más tiempo sin tener este servicio, que ya hay en ciudades como Sevilla, Málaga o Madrid. Y, además de atender físicamente a quienes estén aquí de vacaciones, puede servir para dar proyección a la ciudad fuera de nuestras fronteras y minimizar un poco el impacto de estas campañas.

¿Podemos hablar ya de plazos?

La idea es que entre en funcionamiento para esta Semana Santa, espero que sea así. Nosotros hemos elaborado ya un protocolo, lo hemos enviado al Ayuntamiento y, después, irá a la Secretaría de Estado para que se ponga en funcionamiento lo antes posible.

Dice que quiere ampliar la presencia policial en la calle. ¿Es posible con la actual plantilla de la Policía Nacional en la ciudad?

Pienso que sí. O, al menos, lo voy a intentar. Ahora mismo tenemos 325 efectivos, una plantilla que está fundamentalmente enfocada al servicio al ciudadano en la calle, tanto con dotaciones de uniforme como de paisano. Unas 25 personas se encargan de gestión y el resto, de temas operativos. Pero aún así, tengo la intención de hacer un plan especial de cara al verano, con efectivos propios y con refuerzos que puedan llegar de la UIP, para estar más presentes en las playas, zonas de ocio..., y evitar el delito más común, que son los hurtos, pero también otros. Otro objetivo es mejorar la coordinación con Policía Local.

¿Cómo?

Pienso que se pueden sacar muchos más frutos de los que se están sacando hasta ahora si hay una buena coordinación. Le pongo un ejemplo: si yo tengo cuatro policías y ellos otros cuatro, pero todos están en el mismo sitio, sólo se cubre una zona, cuando podemos hacer trabajos conjuntos, dividirnos las áreas o hacer campañas mixtas para llegar a todos lados. Eso mejora mucho la eficacia y voy a trabajar por ampliar esa colaboración.

Hay un proyecto pendiente desde hace más de una década para construir una nueva comisaría. Supongo que ahora, y más con la crisis, será una utopía.

Bueno, creo que ahora mismo no es el momento de este tipo de proyectos. A mi me gustaría tener una nueva comisaría, digna para los ciudadanos y los funcionarios, pero creo que el dinero ahora ha de estar para cosas más urgentes. Y, además, lo más importante para una comisaría, como de cualquier tipo de institución, es tener una buena dotación humana, con ganas; en eso creo que estamos bien dotados.

¿Y de medios?

Pues faltan, faltan algunas cosas... Algún vehículo, alguna moto... Estoy haciendo una recopilación de necesidades, pero vamos tirando.

Las relaciones entre su antecesor y parte de la plantilla, sobre todo con un sindicato policial, no han sido del todo buenas en los últimos tiempos. ¿Cree que su llegada servirá para cambiar algo?

Es lo que voy a perseguir. En los puestos de mando que he tenido hasta ahora, todos los funcionarios han participado. Todos; no sólo los sindicatos sino también los funcionarios que no pertenecen a ninguno. He escuchado propuestas y, después, he decidido. Y así espero que sea aquí también. Para mí es primordial que haya un buen ambiente de trabajo.