Tiramos demasiada comida. Esta parece ser la percepción de un elevado número de ciudadanos que cree que en sus hogares se compran demasiados alimentos que acaban por ir a la basura. Un estudio reciente, realizado por la Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios, estima que en cada casa se tiran unos 76 kilos de productos de alimentación al año. La cifra se dispara al sumar todos los hogares del país: 9 millones de toneladas, según el Banco de Alimentos.

Pero, ¿qué ocurre con los hoteles, bares y restaurantes? Pues exactamente lo mismo. Un portal de Internet especializado en turismo hizo público ayer un informe en el que se advierte de que el sector de la hostelería desecha hasta un 10 por ciento de los alimentos que adquiere. La cifra aparece en una guía elaborada por la Universitat Autònoma de Barcelona y la Fundación Alicia, que afirma que un restaurante que sirva una media de unas 120 comidas diarias tira más de diez kilos de alimento en perfecto estado a la basura, lo que se traduce en más de 3.600 kilos de comida al año. En términos económicos, algo menos de diez mil euros, sin contar con los costes indirectos, como los laborales derivados del personal, la energía para cocer y conservar los productos, etcétera.

Y aunque las cifras puedan resultar elevadas, en el sector hotelero aún se siguen disparando. La Plataforma Solidaridad Marina Baixa, impulsora de la campaña para donar los excedentes alimentarios de los hoteles a familias sin recursos, afirma que en los grandes establecimientos hoteleros de Benidorm la cantidad de comida que se presenta en los bufés y acaba por no consumirse puede ascender a cerca de 50 kilos al día. Sólo en Benidorm hay 129 hoteles, así que desde esta agrupación creen "vital" un protocolo que evite que todos esos productos vayan de la cazuela a la basura.