Son muchos y hay poca oferta. Por eso, instan a las administraciones a regular con normativas específicas un sector que cada vez está más en auge como alternativa para pasar unas vacaciones. El Club Caravaning de Alicante reclamó ayer una nueva regulación que facilite el desarrollo de áreas de servicio donde poder estacionar la caravana, repostar agua potable y poder vaciar las aguas sucias que almacenan en los depósitos de los vehículos cuando salen de acampada. Así lo trasladó ayer Daniel Mas, el responsable de la sección de caravanas de este club, que cuenta en toda la provincia con un centenar de asociados, cerca de un 20 por ciento del total de caravanas existentes en la provincia.

Aunque la reivindicación de este sector viene de lejos, consideran que ahora es más necesario que nunca impulsar un nuevo reglamento debido al vacío legal que ahora existe en esta materia y al cada vez más elevado número de caravanas, tanto locales como en tránsito por la provincia. Y se produce después de que este diario publicara el pasado sábado que decenas de caravanas habían ocupado un solar sin urbanizar en El Albir, propiedad del Ayuntamiento de l'Alfàs del Pi, para pasar sus vacaciones a coste cero. El portavoz del club provincial señaló ayer que las características de estos vehículos "permiten que se pueda hacer uso de la misma sin tener que recurrir a un camping" y afirmó que "el elevado precio de los campings hace que cada vez se opte por otras fórmulas", como la acampada por cuenta propia, como ocurriría en el citado solar de El Albir, o en áreas de servicio, como ocurre en otros lugares de Europa.

"No hay nada que impida que una persona pueda aparcar su autocaravana y hacer uso de la misma a modo de vivienda. El problema vendría si, después de muchos días, no tienes un lugar adecuado para desaguar. Entonces sí estarías cometiendo una infracción", explicó Daniel Mas.

"Nueva fuente de financiación"

El portavoz de esta agrupación instó a los ayuntamientos de la provincia a seguir el modelo de otros países, donde los propios municipios han habilitado zonas para esta práctica. "En Francia hay unas 5.000 áreas de servicio gestionadas por ayuntamientos donde te cobran una cantidad muy pequeña por hacer uso de la misma; y en Galicia, tras una modificación, se han empezado a desarrollar y ya hay unas 40", indicó Mas, que afirmó que, con este tipo de zonas, "los municipios tienen controlada la actividad con todo tipo de medidas higiénicas y, además, pueden tener una nueva fuente de financiación para los ayuntamientos en plena crisis".