No ha cambiado apenas nada desde que se aprobó de forma definitiva la creación del área conjunta de prestación del servicio de taxis en la Marina Baixa. La idea de la desaparecida Agencia Valenciana de Movilidad era que los usuarios dentro de una misma comarca no tengan que pagar un suplemento por viajar entre poblaciones vecinas, ante los cambios sociodemográficos por los que los municipios limítrofes y sus habitantes están cada vez más interconectados. Se ha hecho en muchas otras zonas, sin embargo, en la Marina Baixa las discrepancias dentro del sector y los retrasos del Consell, mantienen todavía hoy bloqueado el inicio efectivo del área de taxis comarcal que incluye todos los municipios de la Marina Baixa excepto Benidorm.

El pasado mes de julio se dio el visto bueno al área y hasta esta semana pasada no se han publicado las nuevas tarifas que han de regir el servicio. Sin embargo, tanto detractores como partidarios del área, pertenecientes a las dos asociaciones de taxistas en la Marina Baixa, han anunciado ya que alegarán contra los nuevos precios que están "llenos de errores", según informaron los portavoces de Radio Taxi y Central de Taxi CV.

Entre otros defectos esgrimidos por el sector, las nuevas tarifas no incluyen suplementos para los pueblos de montaña, eliminan el sábado como festivo y sólo lo consideran como tal medio día, no aclaran qué tarifas se aplicarán cuando sean las fiestas locales de un municipio y no de otro, así como tampoco se ha clarificado aún qué rotulación han de llevar los vehículos del área para identificarse con un logotipo común.

Otro aspecto que quieren corregir es que las nuevas tarifas de fin de semana marcan al inicio un precio muy superior al actual, aunque la tarifa después cuenta menos: "El coste final del trayecto para el usuario es el mismo pero si se monta en un taxi y le cobran sólo por sentarse 5,50 euros da muy mala imagen".

Hasta ahí están todos de acuerdo, pero hay otros puntos de discordia. Uno de ellos es qué pasa cuando se atraviesa Benidorm para ir de Altea a La Vila, por ejemplo. Para unos taxistas está claro que lo que ha de primar es el origen y el destino y que eso ha de marcar la tarifa, es decir, sería urbana (que es más barata) por estar ambos municipios dentro del área; otros creen que tendría que activarse la tarifa interurbana (que es más cara) porque Benidorm no está incluido.

Cabe recordar que el área conjunta incluye a 17 de los 18 pueblos de la Marina Baixa porque los taxistas de Benidorm rechazaron de pleno la comarcalización del servicio y la Generalitat respetó su decisión por su carácter de municipio turístico. No ocurrió lo mismo con taxistas de otras poblaciones como Finestrat, donde también votaron que no, o de l'Alfàs del Pi, donde los taxistas se mostraron divididos.

Durante todo el proceso de creación del área, las tensiones entre taxistas a favor y en contra del servicio conjunto han sido y siguen estando a la orden del día en un momento tan crítico por la delicada situación económica y las continuas caídas en la recaudación. Según estiman desde el sector, este año 2012, se ha registrado una pérdida en el volumen de negocio de en torno al 15%, que se suma a las pérdidas acumuladas de otros años y que llevan arrastrándose ya desde hace más de un lustro.

Otro de los puntos discordantes, el que más polémica ha generado, es el que recoge el artículo 8 de la citada área de taxis de la Marina Baixa. Mientras que en otras áreas de la Comunidad, los taxistas pueden trabajar libremente en los municipios de la zona de prestación, en la Marina Baixa el documento de constitución dice que los taxistas podrán recoger clientes en todos los municipios del área, pero no pararse en las paradas de taxis de las poblaciones que no sean la misma a la que están adscritos. Este artículo se incluyó para evitar que los pueblos de montaña o con menor volumen de servicios se queden desasistidos, dado el carácter turístico de las poblaciones costeras y los núcleos comerciales de mayor trabajo. Los detractores del área, pertenecientes a estos núcleos costeros, se mostraron satisfechos. Sin embargo, otros taxistas aseguran que así "no es viable" aplicar la tarifa urbana, pues con la interurbana el trayecto de vuelta queda cubierto y así, "si uno no puede pararse en el municipio al que ha ido, la vuelta corre a cuenta del taxista".

Mientras unos y otros se ponen de acuerdo, las quejas del usuario son precisamente los precios del sector y la mayoría de la población aboga por que se apliquen ya las tarifas urbanas sin suplementos entre municipios.