Cada vez son más las familias que se deciden por adquirir animales exóticos de compañía como regalo navideño. Loros, monos, cocodrilos, iguanas, guacamayos y serpientes, entre otras especies, se convierten en un regalo original con el que sorprender a alguien pero esta avalancha de mascotas-regalo se convierte en apenas unos meses en un aluvión de abandonos de animales, tal y como ocurre cada año en el parque Terra Natura de Benidorm.

Los expertos del complejo de naturaleza y animales alertaron ayer a través de un comunicado de prensa de que "esta moda, que ha ido aumentando en los últimos años, ha provocado que cada primavera, unos meses después de las fiestas, el parque de naturaleza y animales de Benidorm reciba una avalancha de donaciones". Por ello, los veterinarios del complejo advierten a las familias de la "necesidad de ser responsables a la hora de comprar un animal de compañía" y han iniciado una campaña para fomentar los regalos responsables.

Los expertos del parque mostraron su preocupación porque al tradicional cachorrito se suma hoy en día una sorprendente variedad de especies exóticas como regalo de Reyes Magos, "entre las que están iguanas, guacamayos, mapaches, cerdos vietnamitas, serpientes, arañas gigantes, cocodrilos y hasta tiburones", según informaron.

Desde el parque se desarrolla estas festividades una urgente campaña de sensibilización para la adquisición y tenencia responsable de mascotas. Con esta iniciativa, los cuidadores tratan de alertar a la población de la importancia de escoger con madurez la especie que mejor se ajuste a las circunstancias familiares y tener muy presentes las necesidades y las limitaciones del animal. Para los expertos, "adquirir una mascota representa un compromiso serio y nos vincula de por vida al recién llegado a la familia. A cambio, éste será leal, divertido y hará de nosotros mejores personas", concluyeron.

Cocodrilos de dos metros y guacamayos que pierden plumas

"Desgraciadamente", tal como explican desde Terra Natura, "el día 7 de enero suele comenzar una complicada situación en la que el animal se lleva la peor parte". Los nuevos propietarios se dan cuenta muy rápido de que su guacamayo de alas azules está perdiendo su plumaje por estar en una jaula de diminutas proporciones o de que la habitación del niño huele mal si no se le cambia el aserrín a la caja del conejito todos los días.

Los expertos advierten de cómo cada especie requiere unos cuidados y conlleva unas necesidades de espacio y de trabajo que muchas familias no pueden asumir. "Algunos casos tardan más en evidenciarse, como las iguanas, que en cinco años alcanzan los dos metros de longitud, o el de los caimanes, que en un periodo similar pueden pasar a convertirse en los inquilinos de la bañera familiar". Es en este punto, según señalan desde el parque, cuando empiezan a producirse los casos de abandono y que muchos propietarios optan por acudir a Terra Natura con el mensaje "no puedo tenerlo en casa en condiciones".