¿El abrupto descenso del turismo español como consecuencia de la paralización del consumo interno, tanto en invierno como en verano es ya imparable? ¿Dónde está el límite de esa caída teniendo en cuenta que las previsiones macroeconómicas apuntan a que 2013 será el peor año de la crisis?

Todos los destinos con presencia de mercado internacional han tenido un mejor año turístico. Tenemos que estar orgullosos de que la Costa Blanca y Benidorm han estado entre los destinos que mejor demanda nacional e internacional han tenido este verano. En 2013 esperamos que se produzca el mismo efecto que hemos tenido estos años donde los destinos como los nuestros que ofrecen una alta relación calidad- precio saldrán favorecidos. En estas situación de crisis hay empresas como Mercadona, que crecen a pesar de que el sector baja. Lo mismo se podría aplicar a Benidorm y la Costa Blanca.

Evidentemente, los problemas en el Imserso han provocado aún más recortes del turismo español en invierno. ¿Ve posible como vicepresidente de Hosbec y la Cehat que el Gobierno recapacite y vuelva a apostar por el programa?

Este año se ha sufrido por una mala gestión que ha hecho que el programa de Imserso empiece tarde. Esto nos ha costado empleos e impuestos a todos. El programa de Imserso es un ejemplo claro de cómo el sector público puede incentivar de una forma sostenible el empleo y el bienestar de los españoles. Recortar en este programa está demostrado que no es inteligente y desde la Cehat vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos para influir en que se apueste decididamente por él.

¿Estamos ante un cambio de modelo, sobre todo en la temporada baja, en el que el turismo británico va a ser el predominante y el español más residual?

No diría que hay un cambio de modelo, sí que existen pequeños ajustes en el reparto de nacionalidades. Ahora bien, tenemos una tendencia hacia una mayor estacionalidad que es una amenaza que hay que combatir desde la Fundación de Turismo de Benidorm con programas de eventos.

Desde una perspectiva histórica, ¿estamos ante uno de los peores momentos del sector de los últimos tiempos?

El año 2012 se cerrará en Benidorm y en muchos destinos de la Costa Blanca como uno de los mejores si lo comparamos con toda la serie histórica. El sector está demostrando su gran fortaleza competitiva y que es capaz de devolver a la sociedad en términos de empleo y riqueza mucho más de lo que recibe. Es el momento que el sector público apueste decididamente por el turismo para cambiar la situación de crisis que vive el país.

¿Dónde está el límite del crecimiento del turismo británico? Y, en todo caso, ¿podemos depender sólo de él?

El mercado británico crecería mucho más en la Costa Blanca si tuviésemos una política de Aena diferente y lo mismo podríamos decir del resto de mercados internacionales. Hoy muchos clientes británicos no pueden viajar a Alicante porque no hay capacidad aérea. Solucionar este enorme problema es prioritario para el sector. Se esta haciendo un enorme daño a nuestra provincia.

Con todos estos factores, ¿esperan que los datos de ocupación a medio plazo y sobre todo para los próximos veranos vuelvan a descender a niveles de 2008-10?

El sector vive una situación geopolítica favorable. Los problemas de Egipto y los destinos del Mediterráneo oriental nos ponen en una buena posición para esperar que tengamos buenas cifras en el mercado internacional el próximo verano, si solucionamos el lastre de El Altet. Esperamos un comportamiento similar al 2012 en verano y una reducción en invierno moderada.

Se está hablando de alternativas de mercados emergentes, como el de Rusia. ¿De verdad podemos vivir de él o simplemente es un parche? ¿Qué otros mercados alternativos barajan?

Los mercados del este son en mi opinión la única posibilidad de reducir la dependencia del mercado nacional y británico. Si perdemos este tren nos arrepentiremos durante mucho tiempo. Cataluña ya esta viviendo del mercado ruso y es un ejemplo a seguir.

¿Puede perjudicar al turismo británico la falta de frecuencias de vuelos con Gran Bretaña tal y como insiste Hosbec?

El Altet es el gran problema. Tenemos a 600.000 pasajeros que quieren venir a Alicante y generar puestos de trabajo y riqueza. Aena le ha cerrado la puerta en las narices a estos clientes. Algo imperdonable en estos tiempos, porque muchas familias alicantinas que hoy podrían estar trabajando y tener un presente y futuro, están pasándolo muy mal por esta falta de capacidad y flexibilidad de Aena.

¿Cuál es la receta mágica para acabar con el conflicto en El Altet? ¿No le parece que Ryanair está apretando demasiado las tuercas?

Hay muchas soluciones pero Aena ha demostrado que no tiene interés en buscarlas. Aena sabe que los autobuses no son una solución, ya que retrasan la operación en tierra, que es un factor crítico para que una aerolínea elija un aeropuerto u otro y además son más caros que el desembarco a pie, que es el que se hace en todos los aeropuertos de Europa con un volumen de operaciones similar a el Altet.

Este invierno en la Costa Blanca han cerrado más hoteles que nunca. ¿Va a seguir esta tendencia? ¿Ha de volver a reinventarse la planta hotelera?

La planta hotelera no puede parar de inventarse y lo esta haciendo. Para vencer esa estacionalidad, que puede convertirse en un gran mal para nuestro sector, necesitamos eventos en la ciudad que den razones para visitarla en las fechas con menor demanda y además una mayor apuesta por la Fundación.

Las ayudas a la promoción no hacen más que recortarse. ¿Llegará un día en que el sector pueda vivir sin ayudas públicas?

La inversión en promoción no son ayudas al sector. Es el estímulo que pone el sector público para que se hagan empresas en los destinos turísticos y se genere empleo y riqueza. Sin esos estímulos no habrían negocios ni impuestos que recaudar, que son los que mantienen la educación, la sanidad y los servicios sociales. Cada vez más los ciudadanos deberían preguntarse a la hora de votar qué hace cada partido para que vengan turistas y haya empleo y negocio en mi ciudad. El dinero y los turistas no caen del cielo.

¿Se disparará aún más el paro si las tasas de ocupación empiezan a bajar?

Evidentemente si baja la ocupación baja el empleo y además, si sube la estacionalidad, el empleo pierde calidad. Tenemos un reto todos para evitarlo y esto se hace a través de la Fundación y a nivel individual prestando un servicio de valor y diferenciado a nuestros clientes.