Con lupa. Así está examinando la dirección provincial del PP en Alicante el proceso electoral de su agrupación en Benidorm para elegir una nueva ejecutiva después de haber constatado de fuentes bancarias que en apenas dos días, entre el 18 y el 19 de octubre, la candidatura del concejal David Devesa habría pagado de golpe 17.000 euros en concepto de cuotas de militantes, que tendrían derecho a voto en la elección del nuevo presidente local del PP. Estar al corriente de ese pago es un requisito imprescindible para que los afiliados puedan votar en la asamblea del próximo día 13 de diciembre, en la que Devesa se enfrentará al portavoz municipal Antonio Pérez por la hegemonía el partido.

Por su parte, fuentes de la candidatura de David Devesa rebajaron esa cantidad a unos 11.000 euros y adujeron que si se produjo ese abono de cuotas en tan solo dos días fue para coordinar los pagos de los militantes, que esperaron hasta ese momento porque fue entonces cuando ya se daba por hecho que el PP de Benidorm iba a celebrar un proceso congresual y elegiría presidente. De cualquier modo, la dirección provincial está preocupada. Y mucho. Tanto, que ya ha puesto los hechos en conocimiento de su comisión jurídica para establecer si lo sucedido con el abono de las cuotas es motivo para paralizar el proceso congresual de Benidorm. Es una posibilidad que la cúpula popular alicantina está sopesando y que podría cobrar más fuerza especialmente si se produjera una impugnación.

Ahora bien, la dirección es consciente de que la anulación del congreso podría provocar un auténtico cataclismo en Benidorm. O sea, que el remedio podría ser peor que la enfermedad. De ahí que se estén barajando otras opciones. Por ejemplo y para evitar que llegue la sangre al río, una solución política pasaría por convencer a Devesa para que aceptara una lista de consenso liderada por Gerardo Camps. Ésta siempre ha sido la opción preferida tanto por la ejecutiva provincial como por la regional. Ahora bien, el problema estriba en que Camps no quería enfrentarse a ninguna otra lista, con lo que la decisión asumida primero por Devesa y después por Pérez de presentar sus respectivas candidaturas alejó la posibilidad de que el exconseller desembarcara en un municipio donde no se le ha visto a lo largo de las últimas semanas en ningún acto público. Por ese motivo, los populares de Benidorm hace tiempo que ya habían descartado la opción de Gerardo Camps. En cambio, los dirigentes de Alicante y Valencia quieren resucitarla. Mas bien nunca terminó de morir.

A la dirección provincial también le preocupan las afiliaciones masivas a la agrupación local en los últimos meses. Así, en un periodo corto de tiempo, la candidatura de Devesa ha enrolado unos mil nuevos afiliados mientras que los fenollistas de Antonio Pérez han fichado unos 450. Total, que el censo del PP de Benidorm alcanza ahora los 5.334 afiliados, una cifra grandilocuente: baste reseñar que es el 50% de los votos que obtuvo el partido en las últimas elecciones, en las que logró 11 concejales. Por buscar una comparación, los socialistas, que en esos comicios obtuvieron el mismo número de ediles, no alcanzan en la ciudad turística ni los 400 militantes.

A la espera de los movimientos de la jerarquía del partido, la liza entre las dos candidaturas sigue en Benidorm. Cada una con un estilo bien marcado. La de Devesa se basa en la espectacularidad: el pasado lunes 20 inauguró una sede que desde entonces está abierta todos los días en un lugar tan céntrico como los soportales de l'Aigüera frente al Ayuntamiento. Mañana domingo, el concejal celebrará su acto central de campaña en el hotel Poseidón Palace, al que ha invitado a "cientos y cientos" de militantes. Los fenollistas son mucho más discretos, de acuerdo con las directrices de la dirección provincial. No han abierto sede y llaman a los militantes puerta a puerta. Silenciosa, la gente de Antonio Pérez está convencida de que aún controla el aparato.