El puente de Todos los Santos, que comienza a las 15 horas de hoy, no será recordado como uno de los mejores a tenor de los datos de ocupación que manejan los empresarios turísticos. Los hoteles de la provincia prevén llenar apenas un 50% de sus plazas y sólo Benidorm contará con un nivel de afluencia normal y será gracias a los cupos del turismo británico, a los que los puentes no les afectan. Y aún será mejor de cara a las Fiestas Mayores Patronales, el fin de semana del día 10, cuando buena parte de los establecimientos turísticos de la ciudad sí esperan que habrá lleno total.

Para el resto de la Costa Blanca, este puente festivo será otro más tirado a la basura. Ni el cambio de última hora que ha posibilitado que el viernes sea festivo en los colegios del municipio de Alicante, al igual que otras provincias, ha logrado reactivar las previsiones de ocupación hotelera con motivo de esta festividad.

Por tanto, será un fin de semana largo y festivo clave otras temporadas por la llegada de turistas españoles que, sin embargo, volverán este año a fallar como lo hicieron el verano pasado, a tenor de los datos de ocupación que manejan los hoteleros. La previsión es de llenar el 50% de las plazas, diez puntos menos que el año pasado, y la causa es la que tiene este mercado congelado desde hace dos años: la crisis económica y la incertidumbre laboral.

Y no será porque los precios no sean competitivos. Ayer, una cadena con hoteles de tres estrellas en Alicante y Elche comercializaba la habitación doble para el puente a 39 euros. En Benidorm, sesenta euros por la habitación doble con media pensión.

El puente de Todos los Santos es el último del año en el que en la Costa Blanca se puede disfrutar del sol y la playa. Las estaciones de esquí están todavía cerradas, en noviembre desaparece el riesgo de gota fría y se asienta el anticiclón que posibilita temperaturas máximas de 22/23 grados a mediodía. Una coyuntura que, según Meteorología, se repetirá este año, porque a partir de hoy se espera una inyección de vientos de poniente que elevarán las temperaturas y devolverán el ambiente primaveral a toda la provincia. No será suficiente. El buen tiempo no podrá con la crisis, y las playas quedarán para los alicantinos -en Elche y otras poblaciones no es fiesta escolar el viernes- y los extranjeros, en especial los británicos.

La previsión de una ocupación del 50% adquiere especial gravedad en la planta hotelera de la ciudad de Alicante, que ya resultó muy perjudicada por la poca afluencia de turistas de los pasados puentes del 9 de Octubre y de El Pilar, como recordaron ayer desde la Asociación Provincial de Hoteles de Alicante.