Vicente Vidal Lledó no era una persona pudiente. Su patrimonio no iba más allá de dos viviendas y un puñado de terrenos agrícolas. Pero sí era muy devoto. Falleció a finales de 2010 sin descendencia cuando tenía unos 80 años. Legó todos sus bienes a la parroquia de su pueblo, Beniaia, que forma junto a Alcalà de la Jovada el municipio de La Vall d'Alcalà (187 habitantes). Dejó muy claro en su testamento que el dinero que se obtuviese de su herencia debía destinarse a comprar una imagen de la Inmaculada Concepción para el altar de la iglesia de Beniaia y a arreglar este antiguo templo, ya entonces muy deteriorado.

La última voluntad de Vicente Vidal vino como caída del cielo. A principios de año, una tormenta hundió parte del techo de la iglesia. Se realizaron obras urgentes. Pero el Arzobispado de Valencia consideró que no se podía continuar oficiando misa. El párroco Juan Pont Bodí celebra desde entonces misa en una casa particular.

La iglesia está ahora en obras. Con la venta de los primeros terrenos de la herencia, se han recaudado unos 30.000 euros. Además, el Ayuntamiento de la Vall d'Alcalà ha pedido una subvención a la Diputación de Alicante. "Queremos acometer una restauración integral. Tras las obras, no sólo se abrirá la iglesia otra vez al culto. Potenciaremos su valor histórico y patrimonial. Será otro atractivo turístico de este municipio", explicó el alcalde, Juan José Sendra.

El proyecto de restauración está en buenas manos. Lo ha redactado el arquitecto Juan Gomis, experto en patrimonio religioso y profesor de la Universidad Politécnica de Valencia; también supervisa los trabajos, que llevan a cabo vecinos del pueblo. Mientras, el arqueólogo Josep Gisbert ha investigado el origen de una iglesia que se empezó a construir alrededor de 1615, es decir, justo después de la expulsión de los moriscos. Este templo, por tanto, tiene gran importancia histórica y responde a un esquema arquitectónico muy peculiar. Hay otras dos iglesias que, por planta y tipología, se asemejan mucho a la de Beniaia. Son la de Pla de Petracos, en Castell de Castells, y la de Xinquer (l'Alcúdia de Veo), en pleno corazón de la Serra d'Espadà.

Además, queda comprar la imagen de la Inmaculada Concepción. El alcalde comentó que podría costar unos 14.000 euros y que quieren que salga del taller de un artista valenciano de imaginería.

Un piso en Pego, una casa, un almacén y

18 parcelas rústicas

La herencia que dejó a la parroquia Vicente Vidal incluye un piso en Pego, una casa en Beniaia, un almacén agrícola, 18 parcelas de terrenos rústicos, un coche, un motocultor y un remolque. El ayuntamiento ha colaborado con la parroquia en todo el papeleo. Además, en los boletines informativos municipales se ha informado de que se sacaban a la venta estos bienes. Los vecinos han estado al tanto de todo y también tendrán la última palabra en la adquisición de la imagen de la Inmaculada Concepción. Elegirán entre varios bocetos.