Los padres y madres de alumnos de la Marina Baixa están "profundamente indignados" con los drásticos recortes con que se ha iniciado el curso escolar y han decidido no callarse. Si el primer día de colegio se arrancó en La Vila con una marcha de protesta de los padres de los 200 alumnos del colegio de la Ermita que se han quedado sin transporte escolar, hoy serán los padres de los niños de los colegios La Muixara y San Rafael, así como del IES de La Nucía, los que recorrerán a pie, junto a sus hijos, los más de 3 kilómetros de distancia que separan sus domicilios de los centros escolares.

Sin embargo, esta no pretende ser una protesta puntual. "Es una marcha que tendremos que hacer cada día hasta que vuelvan a poner el autobús", decía ayer uno de los padres. Se trata de las familias afectadas por la supresión de la ruta que recogía a los niños residentes en las urbanizaciones de La Nucía ubicadas a lo largo de la carretera de Altea, un vial que apenas tiene arcenes, "en algunos tramos el arcén no llega a medio metro", presenta multitud de curvas, "reduciendo la visibilidad a menos de 20 o 25 metros", y además está en cuesta por lo que "los vehículos se embalan y ahí cogen velocidades que verdaderamente hacen muy peligroso ir andando por ahí".

Hoy, con los chalecos reflectantes puestos, los padres prevén ir a pie con sus hijos para demostrarle a la Conselleria que ese transporte escolar es "muy necesario", ya que "hay muchas familias que no se pueden permitir otra cosa, hay casos de familias monoparentales, hay un hombre en silla de ruedas, hay algunos que no llegan a final de mes", explicó uno de los afectados que además lamentó que la Conselleria les dé "la callada por respuesta. No tenemos ningún interlocutor al que poder explicar bien la situación", destacó.

La de hoy pretende ser una marcha de muchas. "En septiembre lo vamos a hacer al menos dos días a la semana pero nos hemos planteado hacerlo todos los días a partir de octubre", explicaron los padres.

Como ellos, son centenares las familias afectadas ya que en la Marina Baixa se han eliminado al menos 18 líneas de transporte escolar dejando a unos 800 alumnos sin autobús para poder ir al colegio o al instituto.

"Otro problema añadido es que nos han dejado sin comedor", lamentaron los padres, que sienten que les ha llegado la hora de decirle a la Conselleria que "ya basta de recortes" en Educación.

"Por cada niño sin autobús debería dimitir un miembro del gobierno valenciano"

El Secretario General Provincial del PSPV-PSOE, David Cerdán, pidió ayer públicamente que "por cada niño sin transporte escolar, debería dimitir un miembro del gobierno valenciano, empezando por su máxima responsable en Educación, la consellera", María José Català. Cerdán criticó duramente la situación que están viviendo muchos escolares de la provincia de Alicante, por los déficits en el transporte escolar y que está teniendo como consecuencia que niños y jóvenes de toda provincia no estén pudiendo ir a sus centros escolares, especialmente de poblaciones de pequeño tamaño que tienen que acudir a centros educativos de otras poblaciones. Una situación que para Cerdán "debería sonrojar al gobierno autonómico" y por la que exige responsabilidades.

Para el socialista, la Conselleria de Educación "ha conseguido dos récords en un corto espacio de tiempo, el de mayor incompetencia en el menor tiempo posible y el de propiciar el peor inicio de curso de los últimos decenios", fruto, en su opinión, "no sólo de los recortes, que están siendo brutales y poco humanos, sino también por una más que evidente falta de planificación y previsión ante las necesidades educativas en cada uno de los municipios".

Cerdán dijo que es "incomprensible" que la consellera dijera que "ahora iba a hacer un diagnóstico de las necesidades", pues es "algo que tendría que haber hecho en meses anteriores, pero que se hubiera simplificado viendo las necesidades del curso anterior y las matriculaciones de este". El responsable socialista le exigió además "que se disculpe con los directores de los centros a los que ha querido hacer responsables de las deficiencias en el transporte escolar". De esta forma se unió a las reivindicaciones de los padres y madres de alumnos que "están luchando por un derecho tan simple y tan básico como es del que sus hijos puedan ir al colegio".