En plena controversia por la imagen de inseguridad que determinados medios de comunicación británicos han trasladado de Benidorm durante el presente verano, el Ayuntamiento pidió ayer al Gobierno Central que se vuelvan a restablecer durante el verano los refuerzos de Policía Nacional tras haber constatado una reducción de efectivos durante la presente temporada turística con respecto a anteriores periodos estivales. Lo hizo el alcalde, el socialista Agustín Navarro, después de celebrar por fin una junta de seguridad que había sido exigida desde hace tiempo por partidos políticos y agentes sociales. De hecho, y en buena prueba de que el posible incremento de delitos preocupa sobremanera en una ciudad que vive de su prestigio, la junta fue "atípica", como la calificó el propio Navarro: así, además del subdelegado del Gobierno, Alberto Martínez, representantes políticos de los tres grupos de la corporación y mandos policiales, acudieron también representantes del empresariado turístico.

Sobre la mesa se puso de manifiesto que en un momento en que ciertos tabloides ingleses están poniendo de manifesto, quizás con notables dosis de exageración, que hay más delincuencia en Benidorm, se debe contar con todos los medios policiales posibles. Y este año el propio equipo de gobierno ha comprobado que ha habido menos dotaciones extraordinarias. De hecho, incluso se temía que debido a los recortes presupuestarios del Gobierno Central y la falta de oferta de empleo público para completar la plantilla de la Policía Nacional , no hubiera ningún tipo de refuerzo. Finalmente, sí ha acudido a Benidorm una unidad externa así como efectivos de camuflaje. Pero de cualquier modo, fuentes municipales insistieron en que este año la dotación extra ha sido "ligeramente inferior a la de otros años". Nada pues que ver con aquellos otros años en que al principio del estío se convocaban actos públicos en los que se fotografiaba a decenas de agentes en prácticas que acudían a apuntalar la seguridad de los núcleos turísticos. Y en este sentido, Benidorm no ha sido ninguna excepción: otras localidades costeras como Gandia han padecido el mismo déficit.

Ante esta tesitura, Navarro pidió al subdelegado más efectivos ya que "Benidorm no merece que le recorten ni un sólo Policía Nacional debido a que es una ciudad que vive de su imagen". Aún así el alcalde se mostró conciliador con el representante del Ejecutivo Central y señaló la predisposición de Alberto Martínez a solucionar esta situación.

Fuentes de la Subdelegación del Gobierno pusieron por su parte en duda las tesis del Consistorio y señalaron que los refuerzos policiales en el litoral turístico durante este verano han sido "semejantes a los de otros años". Las mismas fuentes precisaron que la asignatura pendiente en Benidorm es una mayor coordinación con la Policía Local. Precisamente, Navarro aseguró que la reunión de ayer también sirvió para eso, "para seguir coordinando acciones en las zonas más concurridas", en alusión sobre todo a los centros de ocio concurridos por turistas británicos. Aún así y a pesar de estas necesidades, el munícipe aseguró que en la junta se puso de manifiesto por las estadísticas de delitos y hurtos que "Benidorm es una de las ciudades más seguras de Europa".