Carmen, la vecina de Callosa d'en Sarrià enferma de varias patologías que hace una semana evitó ser desahuciada gracias a la presión mediática y ciudadana generada tras recibir la pertinente citación, durmió anoche en la que fue la casa de sus padres, ya fallecidos, cerrada a cal y canto desde hace años. No dispone ni de agua ni de luz y ella no tiene consigo sus medicinas. Tampoco efectos personales, ni ropa... ni la suya ni la de su hijo de 17 años. Sus cosas se han quedado en la que fue su vivienda durante casi tres décadas, perdida por 6.000 euros.

Ayer tomó posesión de su piso de Callosa d'en Sarrià la nueva propietaria: la inmobiliaria de Bankia, tras un desahucio ejecutado, según afirmó Carmen, sin citación previa. La falta de aviso hizo que madre e hijo no tuvieran tiempo para pedir ayuda a las plataformas de Afectados por los Desahucios y al 15-M, que acudieron a frenar el lanzamiento de la vivienda la pasada semana.

Esta vez, los funcionarios del Juzgado de lo Social de La Vila, escoltados por la Guardia Civil, llegaron cuando estaban sólos en la vivienda. Al negarse a abrir, accedieron a la misma tras reventar el bombín de la cerradura. Eran cerca de las diez de la mañana. Carmen y su hijo se encerraron en una de las habitaciones. Mientras la Guardia Civil intentaba entrar, Carmen lo relataba lo que estaba pasando a este medio por teléfono. "No quiero que me echen de casa, ¿qué hago?". Se sentía perdida. Luego la conversación cesó.

Una hora después Carmen ya no cogía el teléfono. Estaba detenida, retenida esposada, en el interior del cuartel de la Guardia Civil de Callosa d'en Sarrià. Allí permaneció durante seis horas como cualquier delincuente, esperando que la pusieran a disposición judicial. En todo ese tiempo, los agentes no le ofrecieron ni agua ni comida, según relató ella, pese a saber que es diabética y que esta enferma. Aun así, accedieron ante la insistencia de su hijo a que éste le diera un recipiente con comida, que a su vez le había dado una activista de la Plataforma 15-M, que se había llevado para ella. Y es que, aunque no llegaron a tiempo, al menos casi una decena de miembros del movimiento ciudadano sí subió hasta las puertas del cuartelillo para mostrar su rechazo ante lo que le estaba pasando a Carmen, y dar su apoyo a su hijo.

Finalmente, sobre las cinco de la tarde, Carmen fue puesta en libertad sin necesidad de prestar declaración ante la juez de guardia de La Vila. Eso sí, ésta no dio permiso para que madre e hijo pudieran volver a pasar por su vivienda, acompañados por la Policía Local, para recoger ninguno de sus efectos personales. Para eso tendrán que esperar hasta el lunes, pues deberán solicitarlo, previamente, en el Juzgado de lo Social, y no en el de Guardia por no ser un tema tratado por la v´´ia penal, según explicó ayer su abogada de oficio, Mariola Fluviá.

Ésta añadió además que en el parte ha dejado constancia que según carmen no se le leyeron sus derechos, ni se le permitió llamar a ningún familiar, así como tampoco ir a un médico forense para que la atendiera.

Por ese motivo, tras salir del cuartel Carmen se fue al hospital de La Vila Joiosa, para que quedase constancia, no ya de la ansiedad generada a primera hora de la mañana, sino de las magulladuras ocasionadas, según afirm´´o, por el trato recibido por uno de los agentes de la Guardia Civil cuando la bloqueó en el suelo de la vivienda para esposarla y sacarla de la misma.

La Guardia Civil, por su parte, rehusó dar declaraciones al respecto, al no estar permitido hablar de ningún detenido, según indicaron.

Carmen, de 55 años de edad, tiene un tumor en el cerebro, padece un cuadro depresivo, es diabética, sufre fibromialgia severa, y tiene diagnosticado un granuloma en el hígado. Ayer no pudo seguir ninguno de sus tratamientos, cuyo coste mensual alcanza los ?.??? euros, según el parte médico de la Seguridad Social.

Primer intento, 28 de junio

El desahucio de Carmen estaba previsto para el pasado jueves 28 de junio, aunque en aquella ocasión nadie se persono en el domicilio. Durante toda aquella mañana miembros de distintas plataformas ciudadanas de Benidorm, Altea y La Vila Joiosa acompañaron a la vecina para ver si con la presión mediática conseguían frenar lo inevitable. Lo hicieron, y por ello la intención era volver a repetir la convocatoria en cuanto se recibiera la fecha para el lanzamiento de la vivienda. Al no tener conocimiento de la misma, el refuerzo llegó cuando la vecina ya estaba detenida en el cuartelillo de Callosa d'en Sarrià.

En todo caso, aquella actuación si ha servido para algo. Según informaron ayer desde la plataforma 15-M, "tras la aparición de su caso en la prensa algunas asociaciones se pusieron en contacto con Carmen para poder ayudarla a superar esta difícil situación". Eso sí, la casa no se la devuelve ya nadie.

Anuncian acciones de protesta contra Bankia

Ayer José Miguel Bella, de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Altea, se declaró en huelga de hambre tras conocer la detención de Carmen. No la abandonó hasta que supo que la mujer había sido puesta en libertad y le comunicaron, desde Valencia, que todas las Plataformas de Afectados por las Hipotecas iniciarán a partir de la próxima semana acciones de protesta para mostrar su indignación ante lo ocurrido con la vecina callosina. Tales acciones tendrán como sedes oficinas de Bankia, según informaron, por su vinculación con el desahucio.