A las puertas de los instantes turísticos más importantes del verano, el tejido hotelero de Benidorm aguanta. E incluso mejora. A pesar de las crisis y de ciertas voces que apuntan a una posible recesión del sector, la ocupación de la capital de la Costa Blanca durante la primera quincena de junio alcanzó el 87,9%, lo que supone una leve mejoría de 0,7 puntos respecto al mismo periodo de 2011. O, explicado de otra manera, la pésima coyuntura económica actual no ha impedido a Benidorm conservar los buenos resultados logrados durante el año pasado, cuando la ocupación, de un 87,2% supuso, entonces sí, un espectacular repunte de más de 8 puntos con respecto a la misma quincena de 2010 (79,2%).

Si los hoteles de la ciudad turística están logrando óptimos resultados durante este mes de junio se debe a la pujanza del mercado internacional. Más preocupante, sin embargo, es el comportamiento del turismo nacional, que descendió un 4% con respecto al mismo periodo de 2011. Para los empresarios era lo esperado: "la situación económica española impide que el mercado nacional pueda salir de vacaciones", señaló en este sentido el vicepresidente de la patronal Hosbec, Javier García.

Así que fueron de nuevo los británicos los que tiraron del carro: este emisor creció un 6% con respecto al año pasado, alcanzó las 230.134 pernoctaciones y supuso el 43,7% del total de la ocupación registrada en la capital de la Costa Blanca. Y eso que a nivel internacional, los turistas del Reino Unido no se están comportando demasiado bien en el resto de los destinos: según García, los británicos están saliendo de su país un 8% menos que en 2011. Pero este retroceso, paradójicamente, no está afectando a Benidorm "que ha vuelto a demostrar su gran competividad en este mercado y, al contrario de lo que está sucediendo en el ámbito general, ha mejorado sus cifras", agregó el vicepresidente de Hosbec.

Los otros dos pilares claves del sector turístico de Benidorm también se han comportando con entereza. Destaca especialmente el comportamiento del mercado holandés, que creció un 5% mientras que el belga mantuvo las formas con un 1% de mejora. Ambos emisores alcanzaron respectivamente las 13.692 y las 20.012 pernoctaciones, y un 2,6 y un 3,8 sobre el conjunto de la ocupación. Muy lejos de esos guarismos se situaron otros mercados secundarios para los hoteles de Benidorm, como el de los Países del Este (1,1% del cómputo total de las pernoctaciones) o el francés (o,80%).

En total, los mercados extranjeros copan el 55,30 por ciento del total de ocupación, cuando en la misma quincena de 2011 representaron el 52,90. Otro dato que ilustra bien a las claras que el cliente internacional le sigue ganando terreno al nacional. Aunque este último fue por sí solo el más numeroso con un 44,70 por ciento de la ocupación total y 235.400 pernoctaciones, la caída de 4 puntos con respecto a 2011 refleja de forma indiscutible sus dificultades. Todo eso, a pesar de que se ha detectado una mayor presencia de los turistas españoles durante los fines de semana, sin duda atraídos por la corta distancia con Benidorm y por la óptima relación calidad-precio de la localidad. Esto es, un turismo, precisamente, de crisis.

Por categoría de establecimientos, los hoteles de cuatro estrellas han ocupado el 87,9 por ciento de sus camas; mientras que los de tres y dos estrellas han cubierto el 88,2 y el 86,5 de sus plazas.Las estadísticas llevan al optimismo al empresariado de cara al resultado final de la temporada alta. El sector está ya convencido de que junio será un muy buen mes y de hecho para la segunda quincena de este mes se espera una ocupación del 89%, muy cercana pues al listón sicológico del 90% de las pernoctaciones.