El obispo de Orihuela-Alicante, monseñor Rafael Palmero, reivindicó ayer en La Vila el valor de la fe en tiempos de crisis, que definió como "de incredulidad", durante la ceremonia de consagración del nuevo complejo parroquial del municipio, denominado Cristo Resucitado. Una obra terminada antes del plazo programado (en vez de finalizar en 16 meses lo ha hecho en 14) y que ha costado medio millón menos de lo previsto (de 1,8 presupuestados ha quedado en 1,3 millones de euros), haciendo realidad la manida frase de que en épocas de dificultad la fe es más necesaria que nunca.

No en vano, durante casi un año sólo una grúa se ha visto operativa en La Vila, la de la nueva iglesia. En ejecución, sin paros por problemas técnicos ni demoras en los pagos, junto a su edificación se han mantenido sin problemas las obras de restauración del otro gran templo católico de la localidad, la parroquia de la Asunción.

Así, la Iglesia, en La Vila, se ha convertido en una garantía para las empresas que se dedican a la construcción, frente al recelo que causa la Administración pública incumpliendo pagos que terminan siendo respondidos con plazos que se alargan indefinidamente y modificaciones de obras que han generado importantes sobrecostes (circunstancias dadas en la casi totalidad de proyectos públicos llevados a cabo en la localidad en la última década).

Pero ayer era un día para ver la botella medio llena. Por eso, el templo se llenó hasta la bandera para presenciar la bendición del mismo por el obispo de Orihuela-Alicante. La ceremonia arrancó con la entrada de la Cruz en el templo sobre las 18 horas. Tras ella, entraron el obispo, el sacerdote, y el resto de la comunidad cristiana congregada para la ocasión. En el interior, Palmero bendijo el agua, a los fieles, al altar y a las paredes de la iglesia en señal del Bautismo. Después, y con el encendido del Cirio Pascual, arrancó una especial homilía a la que acompañaron cánticos religiosos.

Características del templo

La iglesia Cristo Resucitado, ubicada frente a la estación del TRAM La Creueta, ha sido diseñada por el arquitecto Antón Serrano Brut, quien ayer explicó a los fieles las características del templo. Tiene capacidad para unas 400 personas, y cuenta con 9 salas para la Catequesis. Además, tiene otras para ser utilizadas por Caritas Interparroquial en su labor de ayuda a la sociedad. Tiene jardín y aparcamiento para 26 plazas. También dos viviendas para los sacerdotes.

13 lugares para el rezo frente 11 educativos

No deja de llamar la atención que con el nuevo templo, los lugares dedicados al culto religioso en La Vila sean más que los centros educativos que dispone. El número de colegios (incluyendo uno de Educación Especial y dos que hay funcionando únicamente en barracones), es igual al de los templos católicos edificados, pues entre iglesias, capillas y ermitas son 8 los lugares para la Fe católica. A ellos, frente a los 3 institutos públicos, se suman la Iglesia Adventista del Séptimo Día, el salón de rezos de los Testigos de Jehová, la iglesia protestante noruega, la Comunidad Islámica de Villajoyosa y la Iglesia Evangélica de Filadelfia (más conocida como el Culto gitano). r. lópez