Hace algo más de 40 años abrió el primer autoservicio de La Vila. El nombre de la tienda, "Barriles", se puso en alusión a la venta del vino a granel que ofreció durante cuatro décadas, aunque cuando abrió lo que causó furor fue la posibilidad de que cada vecino pudiera coger el género por sus propias manos sin pedirla al comerciante. En noviembre, quien lo puso en marcha bajó la persiana por jubilación.

Era, aparentemente, un adiós definitivo. Con él, el céntrico barrio del mercado de abastos vilero perdía un supermercado donde el "mañana te pago" prevalecía frente al "devuelva algo" de los grandes "hiper". Y con él, Marta, la empleada, perdía su puesto de trabajo.

Como tantos otros, Marta Pascual se apuntó al paro y pensó todas las posibilidades que tenía frente a ella. No descartó abrir un negocio propio, aunque no pensó nunca que éste fuera a ser el de su jefe.

Su marido, también desempleado, y sus hijos, la animaron a tomar las riendas del que había sido su sustento los últimos cinco años, abriendo de nuevo "Els Barrils" esta Semana Santa.

La estética del local es casi la misma. Setentera, al estilo que abrió en 1972. Los barriles son diferentes. Más pequeños, acordes con la demanda actual (cuando el local abrió por primera vez el brick de vino no existía). El trato es el mismo. Cercano, familiar y paciente. Y es que hasta la fecha, su clientela más fiel ha sido la gente mayor del barrio, la que busca algo más que la oferta del día.