El Ayuntamiento de Benidorm se verá abocado a ejecutar "medidas muy drásticas" para hacer frente a la crítica situación financiera que se le viene encima. Dentro de estas medidas podría contemplarse el cierre de guarderías públicas, centros sociales o conservatorios de música o danza, la contratación de gasoil para suministrar calefacción en los colegios, el asfaltado de calles, las becas o el pago de uniformes y seguros de los vehículos para la Policía Local, entre otras, según avanzó ayer la edil de Hacienda, Natalia Guijarro. Y todo ello porque a partir de mayo, cuando el Gobierno central empiece a hacer efectivo el pago de los 57,6 millones que el Ayuntamiento adeudaba a proveedores, las arcas municipales dejarán de percibir cerca de 15 millones que anualmente ingresaba en concepto de transferencias del Estado. Al menos, durante los próximos cuatro años.

Esa es la principal consecuencia del rechazo, el pasado viernes, al plan de ajuste presentado a pleno por el gobierno local, del PSOE, y que fue tumbado por los votos en contra de PP y Liberales. Así lo aseguró ayer Guijarro, durante una rueda de prensa que ofreció en bloque el grupo socialista para valorar en qué situación económica queda ahora el Ayuntamiento de Benidorm. El plan tenía una doble finalidad: por un lado, buscar nuevas fuentes de ingresos para las arcas públicas -contemplado principalmente duras subidas de impuestos o tasas: un 31% en el recibo del IBI a partir de 2014; del 30,5% en la tasa del cementerio; del 12,3% en el servicio de instalaciones deportivas; de un 30,5% en el agua o de un 63,21% en el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica- y reducir gastos -rebajando o anulando complementos de productividad o renegociando con concesionarias, principalmente-. Pero, junto a todo ello, el plan hubiera permitido devolver a los bancos los 57,6 millones de euros durante los próximos diez años, y no en algo más de tres y medio a costa de dejar de percibir dinero del Estado, como según el gobierno sucederá ahora.

Tiempos muy duros

Los concejales del gobierno local lanzaron ayer un mensaje de "tranquilidad" a los ciudadanos. "Vamos a seguir gobernando y trabajando día a día por el bien de Benidorm", dijeron. Pero, junto a este mensaje, no les quedó otra que reconocer que se avecinan tiempos duros, muy duros. La pérdida de las transferencias del Estado -unos 15 millones de euros anuales- obligará a dos cosas: por un lado, a ejecutar por decreto algunas de las medidas que se incluían en el plan de ajuste y que no son competencia del pleno, como la retirada de complementos de productividad u otros gastos referidos al capítulo de Personal, y para los que ya se ha encargado un informe al interventor municipal. Por otro, a ahorrar en menos tiempo más dinero del que estaba previsto con el plan de ajuste, para paliar así el descenso de fondos que envía el Estado. O, lo que es lo mismo, recortar el gasto voluntario del Ayuntamiento en 15 millones de euros al año y, a la vez, seguir teniendo fondos para no dejar de prestar servicios básicos, por los que el Consistorio paga ahora cerca de 85 millones anuales.

¿Y cómo lo harán? La concejal de Hacienda ya adelantó ayer que el Ayuntamiento difícilmente podrá seguir manteniendo muchos de los servicios públicos que ha venido prestando hasta ahora si quiere poder seguir pagando las nóminas de los funcionarios. Y, entre los recortes que tendrán que efectuar, aunque aún no están cerrados, podrían incluirse "cosas muy importantes". "Quince millones de euros incluyen cosas como dejar de pagar el gasoil de todos los colegios, la luz de todos los centros sociales, las empresas que gestionan las guarderías municipales, las becas, los bonos escolares, el conservatorio de danza o el de música, los uniformes de la Policía Local y el gasoil de los coches, los seguros de los vehículos municipales, las comunidades de propietarios...", enumeró la edil.

Las "mariscadas" del PP

Guijarro lamentó que el PP "no sabe qué es reducir ahora mismo quince millones de euros en gastos voluntarios", tras lo cual criticó que "cuando ellos gobernaban gastaban quince millones de euros en mariscadas, en ostras, en Fitur, en eventos que no se celebraban o en asesores externos, ya que uno sólo de los que ellos tenían contratados cobraba 250.000 euros al año de este Ayuntamiento... Pero esos gastos este gobierno ya dejó de hacerlos en octubre de 2009".

Lo mismo señaló el alcalde Agustín Navarro, quien además mostró facturas de algunos dispendios realizados por gobiernos del PP, para cargar contra los actuales miembros de este grupo, y también contra los que ahora conforman las filas de Liberales y que, entonces, formaban parte de las del PP. "Si ellos hubiesen sabido gestionar esta ciudad durante los años de bonanza económica, ahora no estaríamos aquí", dijo Navarro, quien recordó que la deuda heredada fue de "120 millones de euros". "Hay que tener mucha cara dura para oponerse ahora a un plan que trata de arreglar lo que ellos hicieron mal", dijo.