La Marina Baixa es desde hace tres décadas una segunda casa para los habitantes del norte de Europa. Los noruegos constituyeron en l'Alfàs una de sus mayores colonias fuera de sus fronteras. La Vila Joiosa se convirtió en destino clave para los noruegos dependientes gracias a la apertura de la Hacienda del Sol, cuyas estancias subvenciona el estado escandinavo. La Nucía es ahora la nueva localidad en la que crece de forma vertiginosa el número de empadronados del citado país. La comarca, así, es el paraíso del sur sobre todo para sus jubilados. Una población que necesita servicios y que, en gran medida, desconoce nuestro idioma.

Esta circustancias hace que muchos vecinos de la zona se pongan las pilas para aprender su lengua. La finalidad es obtener una mejora en sus negocios. Aunque este no es el único objetivo, ya que gran cantidad de españoles tienen el propósito de emigrar al norte para refugiarse de la crisis y encontrar allí unas mejores condiciones. Como ejemplo, según asegura Siri Lund, una periodista y profesora de noruego, entre 25 y 30 personas diarias piden ayuda solo en Oslo.

Tanto unos como otros, noruegos y españoles encuentran ayuda en Siri Lund, quien además de dar clases en el instituto Costa Blanca de l'Alfàs enseña idiomas a tres perfiles diferentes de personas de la Marina Baixa, que quieren aprender noruego o español por diversos motivos: Aquellos que debido a la situación económica en la que se encuentran quieren probar suerte en Noruega; personas que viviendo en España quieren mejorar sus condiciones de trabajo; o aquellos que simplemente los realizan por curiosidad e inquietud por aprender.

Felicidad Díaz es un ejemplo del segundo caso. Inició este curso porque trabaja en una residencia de ancianos noruegos de La Vila y quería poder comunicarse un poco más con ellos, ya que normalmente este tipo de personas apenas tienen conocimientos de la lengua española. O simplemente por curiosidad. Rosa Iborra, otra de las alumnas, comentó que para ella las clases empezaron como una aventura, como un reto, " voy a ver hasta donde llego" decía, y ya lleva cerca de dos años asistiendo a las clases.

Por otra parte, y como novedad, el próximo mes de mayo, Siri va a empezar a dar clases de noruego de una forma intensiva a un grupo de médicos y enfermeros españoles que está dispuesto a aprender el idioma en seis meses. Ya que esta es una de las profesiones más demandadas en el país escandinavo. A pesar de que dará clases de gramática, dos fines de semana al mes, seis horas cada día, los alumnos tendrán que trabajar desde sus casas, a través de un sistema online.

La profesora comentó que este año ha notado una gran cantidad de cambios en la mentalidad de sus alumnos. "Antes la gente se apuntaba a mis clases para aprender, por vocación la mayoría de veces, ahora lo hacen por necesidad porque cuando el hambre aprieta...".

Al contrario, Siri también ofrece a noruegos clases de español de emergencia. Este es un curso intensivo con una duración de unas cuatro semanas. Asegura que para ella es un hobby, y que es su favorito. También hace hincapié en que cuando se viaja a un país y no se conoce su idioma lo ideal es un curso como éste, al menos para subsistir y no tener que depender de nadie.

Con este grupo, realiza viajes para esquiar, fiestas de comidas tradicionales, o bailes. De hecho, el pasado viernes 30 de marzo en el Auditorio de La Vila actuó el grupo de baile de este curso, Dance Favore, que lleva en marcha desde 1991. Y es que según la profesora, "la mejor manera de aprender un idioma es conocer sus costumbres y su cultura". Como ejemplo, a pesar de haber nacido aquí, sus dos hijos de 9 y 12 años vivieron medio año en Noruega ya que las culturas de ambos países son muy diferentes, "los noruegos vivimos en casa" apuntó.

Por último, el tercer curso es aquel que enseña a niños noruegos de entre 6 y 16 años, ya que estos tienen derecho a conocer su lengua materna.

Desde hace 20 años en la comarca da clase la misma profesora

Siri Lund nació en Noruega. Tras estudiar Periodismo y haber vivido casi cinco años, uno en cada uno de los siguientes países Alemania, Malta, EE UU y su país natal decidió venir a España con la misma intención. Ya que debido a la cantidad de idiomas que domina: noruego, español, inglés, alemán, francés, italiano y un poco de holandés, jamás se puso ningún tipo de limitaciones.

Aunque anteriormente, en 1984 ya había visitado nuestro país, concretamente aprendió la lengua en Granada, en 1989, gracias a que sus padres disponían de una casa en Torrevieja comenzó a dar clases en uno de sus institutos.Poco tiempo después, y compartiendo piso con otra chica en l'Alfàs del Pi seguía trabajando como profesora, aunque esta vez daba clases tres días a la semana en un instituto noruego de Torrevieja y cuatro días en el IES Costa Blanca.

Ya se había despedido de todo el mundo, pensaba dejar España y regresar una temporada a su Noruega natal, cuando le volvieron a ofrecer trabajo en el Costa Blanca, una oportunidad que ni por un momento se planteó rechazar. Decidió quedarse a vivir en l'Alfàs, donde reside actualmente, pero esta vez ya no compartiendo piso con una amiga sino casada con un español, también profesor de un instituto de Calpe, con el que tiene dos hijos de 9 y 12 años.

A pesar de las clases Siri nunca ha dejado de lado su vocación periodística ya que ha escrito para diarios noruegos como el Akluelt Spaia, Skandinawisk Journal o Dagbladet, para el que realiza artículos en la actualidad. gema mirón díaz