La gente de la Boca del Calvari se impacienta. Y mucho. Unos setenta comerciantes y residentes de esta zona emblemática del corazón de Benidorm, así como dos asociaciones de vecinos, han enviado sendos escritos al Ayuntamiento en los que advierten del deterioro que azota al solar y exigen que se retiren de la vía pública todos los elementos de obra que evitan el paso franco de los transeúntes y su acceso a los establecimientos comerciales. Estos últimos alertan de un "descenso en sus ventas" debido a esta situación, originada después de que la empresa que construye en la parcela el edificio que debe acoger el futuro museo de la ciudad paralizara las obras por los impagos del Consell, de la que dependen los trabajos.

Las dos misivas fueron desveladas ayer por la portavoz de Liberales, Gema Amor, quien acusó a PSOE y PP de haber realizado un pacto "para taparse las vergüenzas mutuamente" sobre esta situación. A los socialistas, como gestores del Ayuntamiento, les reprochó haber incumplido su promesa de adecentar "una de las calles más transitadas de España" antes de que llegue el periodo turístico de Semana Santa. Y a los populares les censuró por partida doble: porque gestionan el Consell, principal responsable de la paralización de las obras y porque su grupo municipal en Benidorm guarda silencio al respecto. Así que, para Amor, ambas fuerzas políticas son "cómplices" del problema: "el gobierno local está provocando la ruina de los empresarios mientras el PP aplaude y habla de otro pacto que es inexistente, cuando éste es de verdad".

Con eso del "otro pacto inexistente", la edil se refería así a las críticas que le hace el PP por su supuesto entendimiento con el alcalde, Agustín Navarro, con quien de cualquier forma Amor está negociando una serie de medidas económicas. De hecho, la líder liberal llevaba mucho tiempo sin atacar al PSOE. Pero ayer lo hizo. Y focalizó sus críticas sobre el edil de Urbanismo, Juan Ángel Ferrer, al que acusó de "haberse convertido en los últimos tiempos en el mejor portavoz de la Generalitat" y al que con ironía recomendó "que se vaya a tomar un pincho a la calle Tomás Ortuño" en vez de hacerlo al Torrejó, donde ayer por la mañana Ferrer presentaba un certamen gastronómico.

Y es que en Tomás Ortuño hay muchos problemas. Amor censuró especialmente la instalación de unos transformadores eléctricos -ubicados allí por la empresa a pesar de que las obras están paradas- que prácticamente hace invisibles los comercios de la zona, especialmente para los turistas que pasean por el populoso Paseo de la Carretera. Para los liberales, con esta actuación el Ayuntamiento incumple una vez más su propia normativa urbanística, que "no permite la ocupación con elementos de obra de la vía pública".

En su carta al Ayuntamiento, los comerciantes insisten en que los transformadores de marras deben desaparecer de allí. E instan también "a que se proceda al cerramiento del solar mediante un vallado acorde con la imagen céntrica y comercial de la zona, acotándolo a la misma alineación de la parcela y sin que el Ayuntamiento incurra en privilegios con respecto al resto de contribuyentes". Y atención: porque si el Ayuntamiento desconsidera estas medidas, los comerciantes están dispuestos a movilizarse.

Además, alertan de que la continuada incertidumbre sobre la Boca del Calvari "como consecuencia de la mala gestión del Ayuntamiento y el Consell" está provocando en los negocios "claros perjuicios económicos que se han visto incrementados tras la paralización de las obras y el abandono del solar, convertido en un foco de insalubridad por la acumulación de basuras y escombros ". De parecida forma se manifiestan las dos asociaciones de vecinos, la del Casco Antiguo y la del Calvari Nou, que también se han quejado al Consistorio.

La mejora de la zona se iniciará hoy

"Nuestro compromiso era adecentar la zona antes de que llegara la Semana Santa y vamos a cumplirlo". Así de contundente se manifestó ayer el concejal de Urbanismo, el socialista Juan Ángel Ferrer, quien ayer aseguró que a partir de hoy comenzarán a aplicarse las medidas para frenar el deterioro de la Boca del Calvari. En este sentido, Ferrer anunció que se vallará el solar, tal y como demandan los comerciantes, y que se desplazarán los transformadores eléctricos de la vía de Tomás Ortuño para hacer esta calle más accesible y no perjudicar más a los negocios.

Ante las acusaciones de Liberales de que el Ayuntamiento está incumpliendo su propia normativa urbanística, el regidor del PSOE agregó que "no se ha producido ninguna ocupación ilegal y la empresa contaba con permiso para ocupar la vía pública".

Ferrer admitió no entender demasiado bien las críticas a su actuación proferidas por la líder liberal, Gema Amor: "estamos gestionando y solucionando un problema que no es nuestro, sino del Consell, y lo estamos haciendo intentando causar los menos daños posibles a los comercios", explicó el edil de Urbanismo. También criticó a Amor "por utilizar a los comerciantes para enredar y lograr titulares de prensa cuando los problemas económicos de este sector no vienen sólo por el edificio de Boca del Calvari sino también y sobre todo por la crisis".