"El PP volverá a gobernar en Benidorm antes o después, pero lo haremos con nuestra gente, con los hombres y mujeres que siempre han permanecido en el PP". El presidente provincial de los populares de Alicante, Miguel Ortiz, descartó ayer un pacto con el grupo que lidera la expresidenta del PP en Benidorm, Gema Amor, para recuperar la Alcaldía de la ciudad turística a corto plazo. Lo hizo en un acto de partido y ante unos 300 cargos orgánicos, cargos institucionales y militantes de la Marina Baixa, entre los que se encontraba el presidente regional, Alberto Fabra, y la práctica totalidad de la cúpula provincial del PP en Alicante. Y lo repitió hasta en tres ocasiones, porque a su juicio, el regreso de los populares a la Alcaldía de Benidorm, y en los otros seis de los 17 pueblos de la Marina Baixa gobernados por el PSOE, sólo pasa por "la gente que ha permanecido en el PP en los buenos y en los malos momentos y por los nuevos afiliados que han venido atraídos por el proyecto del presidente Alberto Fabra".

La postura defendida ayer por Miguel Ortiz contrasta con la crítica lanzada la pasada semana por la ahora portavoz de Liberales de Benidorm, Gema Amor, quien en declaraciones a una emisora de Alicante mostró su extrañeza por el hecho de que el jefe del Consell y líder regional del PP, Alberto Fabra, quien en su día sí participó en las negociaciones para evitar la marcha de Amor y la escisión del partido, no haya mediado ahora para llegar a un acuerdo con su grupo y desbancar a Agustín Navarro (PSOE) de la Alcaldía. Y también contrasta con el respaldo tácito con el que hasta ahora había contado Amor dentro de algunos sectores populares, entre ellos el del propio Ortiz, quien junto a la líder de Liberales representó el último bastión del ripollismo en la comarca hasta la caída del propio Ripoll tras las municipales de 2011.

La causa de este cambio de parecer podría estribar en el pacto alcanzado entre socialistas y liberales en materia económica para hacer frente a la crítica situación en la que se encuentran las arcas municipales del Ayuntamiento de Benidorm. Para Ortiz, el gobierno socialista ha sumido a la ciudad turística en un "caos" y el apoyo a esta manera de gobernar "representa un error". De ahí que el presidente provincial y también alcalde de Altea destacara que "la gente de dentro del PP es suficiente para recuperar la Alcaldía. Si después alguien más se quiere unir a nuestro proyecto como independiente... hablaríamos. Ahora no necesitamos a nadie más".

El acto, organizado por la dirección provincial, representó todo un baño de multitudes para Fabra, justo cuando necesita recabar el mayor número de apoyos posibles de cara al congreso regional del PP. Ortiz destacó que el presidente de la Generalitat "se ha convertido en el nexo de unión de todos los populares de la provincia de Alicante", mientras que el propio Fabra se comprometió a "mantener esa unidad para poder seguir dando respuesta a los problemas de nuestros ciudadanos".

Overbooking de cargos y paseo por el barro

La comida organizada ayer por el PP en un hotel rural de Altea desbordó las previsiones de sus organizadores y convirtió la llegada al punto de encuentro en una carrera de obstáculos para lo asistentes, por la falta de aparcamiento y por el barro provocado por la lluvia. Entre ellos estuvieron todos los acaldes del PP en la comarca y numerosos concejales, además de la presidenta de la Diputación, Luisa Pastor; el delegado del Consell en Alicante, Juan de Dios Navarro; consellers, senadores, diputados nacionales y autonómicos y miembros de la dirección regional y provincial del PP. Hubo que habilitar mesas extra y los ediles de Altea tuvieron que comer en la barra.