Andar bajo el sol de Sierra Helada, el parque natural ubicado entre Benidorm y l'Alfàs del Pi, puede hacerse desde ayer descubriendo las historias de su pasado a través de paneles dispuestos por el Ayuntamiento alfasino y el Parque Natural esta semana. Son puntos de información escritos en castellano, valenciano e inglés, que narran curiosidades de cada recoveco, leyendas de sus panorámicas, características curiosas de su flora y su fauna.

El camino, que ayer recorrió un centenar de personas al paso de técnicos del parque y de la arqueóloga municipal, Carolina Frías, quien hizo de guía en la inauguración de la ruta, parte del aparcamiento que hay a la entrada del faro. A apenas cien metros, al cobijo de la pinada que da sombra al camino, y que fue reforestada en el siglo XX, el primer panel enfoca la vista hacia los matorrales.

"Si miras hacia la izquierda, verás que en esta ladera la vegetación es matorral disperso, te encuentras en la zona de solana, donde el sol incide la mayor parte del día y el agua es escasa. Los espartales y los tomillares dominan el espacio...", reza el texto. Recuerda, además, para qué se utilizaba el esparto: "cuerdas, alfombras, cestos, espuertas o alpargatas". Y cómo se hacía, poniéndolo a remojo, en este caso, en la denominada Cala de l'Amerador de la Serra Gelada.

En el ascenso, uno de los puntos panorámicos invitan a disfrutar del gran azul con la isla de Benidorm en su centro. El panel recuerda la leyenda del Puig Campana, la enorme mole de Finestrat que sin verse, está presente a través del pedazo que le falta, arrancado según cuenta una leyenda de una patada de un enfadado Roldán. "Era uno de los comandantes del emperador Carlomagno... Que llegó hasta nuestras tierras y se enamoró de una doncella...".

La pendiente del camino hacia el faro es ligera y lo recorren personas de todas las edades. En el siguiente recoveco encontramos las huellas de unos mejillones descomunales con pintoresco nombre: "Los Condrodontos". Son los fósiles de unos moluscos, ya extinguidos, que se encontraban hace más de 100 millones de años en el fondo marino de la Sierra Helada, y cuya pista permanece pétrea en una roca en la zona alta del parque natural.

Cuando el faro ya es visible un cartel te apunta hacia el acantilado, desde donde se ven rocas de color rojizo y restos de construcciones. Es lo que queda de las viejas minas de ocre rojo, el material utilizado desde la prehistoria hasta el siglo XX para dar color a diversos materiales. La modesta explotación funcionó desde mediados del siglo XIX hasta la Guerra Civil, estando dirigida por una familia alfasina, los Soler Devesa. La mina, llamada "Virgen del Carmen" era gestionada por Miguel, el cabeza de familia, hasta que emigró a Argelia dejando a su esposa, Esperanza, al frente de la misma. Junto a su historia, una foto ilustra a los antepasados de una familia que aún hoy vive en la localidad, y a quienes se sigue apodando como "de la mina".

Poco antes del final, las batallas de piratas y corsarios aguardan desde un local donde se divisa al tiempo el faro y la torre vigia denominada torre Bombarda. Las incursiones berberiscas a la costa mediterránea son recordadas explicando la utilidad de las torres defensivas, como esta de la época de Felipe II, en el siglo XVI, de la que solo resta su base.

Al final del recorrido, el Centro de Interpretación del Faro de l'Albir, aguarda al caminante con más historias de pescadores, de fareros, de campesinos y de soldados. De aves marinas y joyas submarinas. De historia.

A la cima de la ruta ¿pronador, supinador?

Técnicos comerciales de una de las cadenas más conocidas especializadas en deporte de toda Europa estarán desde mañana y hasta el jueves probando los modelos de zapatillas de las marcas más famosas en la ruta del faro del Albir. El lugar ha sido elegido para realizar este test al considerar que reúne las condiciones idóneas para este tipo de pruebas ya que combina recorridos que de tramos llanos con pendientes suaves, si se elije el asfalto de la ruta para caminar y ademas ofrece la posibilidad de subir o bajar por los senderos de tierra o roca que llevan a otras zonas de la Sierra Helada o de las calas del parque natural. La competición la organiza un complejo hotelero de Altea, y se espera que sea seguido por medios de comunicación europeos.

Los resultados del estudio realizado esta semana se podrán ver en la web de la multinacional, y se basan en si los corredores pisan con el exterior o el interior del pie, argumento de su última campaña publicitaria.

Para l'Alfás, según destacaron ayer desde la Concejalía de Deportes, "siempre ha sido importante que atletas de todo el mundo vinieran aquí a prepararse en sus instalaciones", por lo que con esta cita ven "recompensado una vez más el esfuerzo que se realiza para la promoción deportivo-turística del municipio al comprobar que no solo el colectivo de deportistas de élite lo elige", sino también grandes firmas para promocionar y probar sus productos.r.l.