Benidorm ha perdido otro de sus servicios básicos. Y, de nuevo, por culpa de la deuda que el Ayuntamiento mantiene con sus concesionarias. Desde ayer, los semáforos y los pilones que regulan el acceso de los vehículos al casco histórico de la ciudad no funcionan: los primeros están en ámbar y los segundos inutilizados. Así, se permite el paso de todo tipo de automóviles, camiones y camionetas al corazón comercial de la ciudad, de uso semipeatonal y cuyos traseúntes ven ahora peligrar su seguridad. Antes, ese sistema velaba para que en la zona sólo ingresaran vehículos autorizados, taxis o emergencias. Ahora, ya no. La causa de esta situación es que la adjudicataria que gestionaba esta prestación, Sice, ha dicho basta. El Ayuntamiento le debe 1,7 millones de euros no sólo por este servicio sino también por los de regularización semafórica, contenedores soterrados o alquiler de bicicletas.

En lo que respecta específicamente al sistema de acceso al casco antiguo, Sice no cobra el servicio desde que lo asumió en junio de 2011. Como lo renovaba mes a mes, al finalizar febrero decidió renunciar a la adjudicación. Así lo denunció el edil del PP José Ramón González de Zárate, quien aseguró que también ha dejado de funcionar el centro de gestión integrado de la Policía Local que controlaba todo el sistema, y que contaba con cámaras de vigilancia. Por su parte, el alcalde, el socialista Agustín Navarro, aludió a la grave deuda global del Consistorio para justificar la situación: "hay que priorizar unos servicios sobre otros, no hemos podido pagar a Sice y no hay que darle más vueltas". Además aseguró que la entrada al centro de Benidorm sigue regulada por las señales verticales que prohíben el paso a vehículos no autorizados.

Ahora bien, llama la atención que este servicio de acceso no tuviera un coste excesivo: 8.845 euros al mes según una valoración realizada por el departamento de Ingeniería del Consistorio. Queda pues para el debate si este pago era menos prioritario que otros que se han realizado en los últimos tiempos, como el de la controvertida pista de hielo de Navidad, que costó 21.240 ?, o el de los crisantemos para el cementerio, que también fue más caro.

De cualquier modo, Navarro matizó que tal y como se comprometió a realizar hace ya unas semanas -y como consta en el acuerdo económico que ha firmado con los Liberales- "lo que estamos haciendo es renegociar los servicios con las concesionarias". En este sentido, adelantó la posibilidad de que a partir de ahora sean funcionarios o policías locales "con sueldos nuestros, del Ayuntamiento" los que asuman la gestión de tan avanzado control viario.

No obstante, esta última alternativa se antoja también polémica si se atiende al informe técnico antes citado, que en diciembre alertaba de que este sistema no lo puede manejar cualquiera; que, por el contrario, son los operarios de Sice los únicos "que de forma urgente podrían mantenerlo operativo" debido a su gran complejidad, ya que cuenta con red de fibra óptica, sistemas informáticos y cámaras de vigilancia. El informe pedía entonces que se realizara una retención de crédito para seguir cumpliendo con Sice. Dos meses después, el empeño no ha sido posible.

Ante esta tesitura, Zárate acusó al gobierno local de poner en riesgo una dotación que en su día supuso una inversión de 2 millones de euros. Tras remarcar que tres de los trabajadores perderán su puesto de empleo en la zona de protección peatonal -el resto de técnicos informáticos serán asimilados por la empresa para otros servicios-, el concejal popular acusó al exedil de Movilidad, José Bañuls, de haber incumplido su promesa, realizada en la pasada legislatura, de formar a funcionarios para este servicio. En la actualidad, Bañuls es asesor de la ahora responsable de Movilidad, Maria del Carmen Martínez.

El PP culpa al "noviazgo" entre Amor y Navarro

Había tardado. Pero al fin ayer el PP se decidió a culpar de las deficiencias de la gestión del Ayuntamiento ya no sólo al PSOE sino también a la expresidenta popular y ahora portavoz de los Liberales, Gema Amor. El edil del PP José Ramón González de Zárate acusó al "noviazgo" entre Amor y el alcalde, Agustín Navarro (PSOE), de "hacer añicos algunos de los servicios básicos de una ciudad que vive de su imagen". Zárate se refería así al acuerdo económico firmado entre el munícipe y la líder liberal que incluye la renegociación con las concesionarias y que fue calificado como "noviazgo político" por el propio Navarro. El edil popular aún fue más lejos y exigió que "el noviazgo no se dedique más a esos servicios porque no tiene ni idea de gestionar".

Además, Zárate vinculó esta situación con la "pésima" gestión económica del alcalde y ejemplificó con la concesionaria Sice, a la que también se le debe dinero por el resto de contratas que tiene en la ciudad. Así, el regidor de la oposición describió que esa compañía no cobra de la gestión de los semáforos y del alumbrado desde hace 15 meses, por la de los contenedores soterrados desde hace 3 años y que por el servicio de alquiler de bicicletas carece de contrato. Además, recordó que el servicio de acceso al casco antiguo también se vio interrumpido durante el año pasado.