Después de que el lunes se pronunciaran las patronales turísticas, ayer fueron los sindicatos los que expresaron su preocupación, su intensa preocupación, por el descenso de 4,5 puntos en la ocupación hotelera registrada durante febrero en Benidorm después de un año de subidas consecutivas en ese índice. Y no es para menos. Si tanto UGT como Comisiones Obreras denunciaron ya la precariedad por la que atravesaba el mercado laboral del sector durante 2011, cuando los datos eran buenos, su inquietud se ha ensanchado ahora que se atisban peores tiempos (o al menos tiempos no tan boyantes) para el negocio turístico.

A la hora de analizar las causas de ese descenso en la ocupación, las dos centrales sindicales pusieron el acento en la crisis del consumo interno que ha motivado la caída de las pernoctaciones del turismo español. Curiosamente en esa tesis, la de la incertidumbre de la economía española, coinciden con la propia patronal hotelera, Hosbec. Ahora bien, los sindicatos incorporan matices muy importantes. Para el secretario de Comunicación de CC OO, Salvador Roig, esa incertidumbre se agiganta ahora por culpa de la reforma laboral, "tan aplaudida por la patronal pero que al haber facilitado el despido a los trabajadores ha contribuido a aumentar el clima de miedo instaurado en la sociedad y en las empresas, lo que tiene un efecto muy negativo en la captación de turistas del mercado nacional".

El turismo se enfrenta así a una especie de círculo vicioso: como el consumidor español tiene miedo a perder su trabajo, "en lo último en que piensa es en las vacaciones" señaló por su parte el secretario general de Hostelería de UGT, Francisco Ruiz. Y es un círculo vicioso que lleva implícita una contradicción: "Lo que es bueno de la reforma laboral para los empresarios a nivel particular -flexibilidad, precariedad laboral, despido fácil y barato- es malo a nivel general para el negocio hotelero y turístico", agregó Roig. El resultado ya ha podido verificarse: según Ruiz, "hemos comprobado que -febrero ha sido muy flojo y somos muy poco optimistas en que la cosa vaya a mejor en fallas o Semana Santa". Roig aludió además a la importancia de los pensionistas en el invierno de Benidorm y señaló que este colectivo también está sufriendo la crisis por la reducción de las pensiones o "porque ayudan a sus hijos en situación de desempleo".

Ante esta tesitura, CC OO aboga por mejorar la promoción de Benidorm como destino turístico, "en el mercado internacional y en los países con mejor situación económica". Pero también aboga por un cambio de las políticas económicas de la Generalitat y del Gobierno Central "pues corremos el riesgo de entrar en una profunda recesión económica".

Además, las consecuencias de la reforma laboral se están percibiendo ya entre las propias empresas del sector turístico. UGT alertó de que han comenzado los despidos con tan sólo 9 meses de indemnización o la aplicación de la flexibilidad que está acarreando ya varias consecuencias: por ejemplo, obliga a los trabajadores de una cadena hotelera a trasladarse de una ciudad a otra "por imposición del empresario" o, según Ruiz, provoca que en la hostelería las jornadas de 8 horas se fraccionen "incluyendo por ejemplo dos horas para el desayuno, otras dos para la comida y tres para la cena, algo que antes de la reforma no estaba permitido".

"Más promoción y menos boicots"

"Que se centre en la promoción de la ciudad en lugar de boicotear la escena urbana", con estas palabras se dirigía ayer el concejal del grupo municipal Liberales de Benidorm, Vicente Juan Ivorra, al equipo de gobierno local, al que acusó de "no hacer nada por mejorar nuestra marca turística". Ivorra expresó su "preocupación" por las últimos datos de ocupación turística, que han vuelto a registrar un descenso, y señaló que "auguran meses de inquietud en el sector". Ivorra aludió a la última reunión del patronato de la Fundación Turismo de Benidorm y criticó que la "única aportación" del gobierno local "fuera el anuncio de la instalación de varios quioscos a lo largo de la ciudad" de los que se han quejado varias asociaciones empresariales por "no haberse consensuado".