El consejo rector de la Cooperativa Agrícola de Altea ha acordado la creación de un banco de huertos y de una bolsa de trabajo para socios y familiares, como medidas para paliar, dentro de sus competencias, el desempleo en la localidad así como para frenar el abandono de campos de cultivos, que se está detectando cada vez que un agricultor se jubila y cesa su actividad. Estas medidas fueron presentadas recientemente en el transcurso de unas jornadas informativas que periódicamente mantiene la entidad con sus socios. Según explicaba el presidente de la Cooperativa Agrícola alteanense, Francisco Devesa, se estima en unas doscientas hanegadas la superficie de cultivo que pueden cederse al banco de huertos creado por la entidad.

El objetivo es entregar la tierras a nuevos agricultores, principalmente a los hijos de los trabajadores del campo de toda la vida, propietarios de huertos que por su limitación no son rentables para una explotación profesional plena o a tiempo parcial, según explicaron desde el colectivo. También se prevé poder gestionar la puesta en marcha de cultivos por parte de otros trabajadores que quieran dedicarse a estas labores y que por falta de suelo en propiedad no pueden hacerlo.

"La aportación de parcelas permitirá un doble objetivo", señaló Devesa, "por lado incrementar la disponibilidad de superficie y rentabilizar el trabajo de los agricultores que quieran dedicarse a esta actividad y por el otro frenar el proceso de abandono de huertos que se está detectando en el municipio". La falta de relevo generacional y de continuidad en las labores agrícolas, el encarecimiento de mano de obra y la escasa rentabilidad de los cultivos son algunos de los motivos detectados por la Cooperativa que llevan al abandono de estos campos, mermando la producción hortofrutícola del municipio y, lo que a criterio del consejo rector resulta "más grave y doloroso", deteriorando la imagen de la huerta alteana.

Actualmente, se está en proceso de recepción de parcelas para crear un censo y ponerlas a disposición de los interesados en asumir su gestión, según explicó el director general de la entidad, José María Pérez. Las parcelas serán objeto de un estudio de viabilidad e idoneidad de cultivo con el fin de optimizar al máximo su rentabilidad y sacar el máximo provecho de la misma. El estudio será llevado a cabo por los técnicos de la Cooperativa y servirá como base para fijar los criterios de cesión y duración del contrato de explotación.

Otra de las acciones emprendidas por la entidad es la creación de una bolsa de trabajo con la que se pretende dar respuesta a la necesidad de mano de obra en las campañas hortofrutícolas y arbitrar una medida para paliar el desempleo.