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Tras más de medio año de conflictos con la empresa adjudicataria debido a los impagos, el Ayuntamiento de Benidorm ha dado el primer paso para romper definitivamente con ASER Servicios Sociales, la empresa que gestiona el Taller Prelaboral de Inserción Social, Tapis, que da servicio a veinte jóvenes con discapacidad psíquica y que hasta el pasado diciembre también atendía el servicio de ayuda a domicilio. El Consistorio ha iniciado los trámites para resolver el contrato con la concesionaria tras detectar un incumplimiento en el pliego de condiciones, lo que abre la puerta a poder finiquitar la adjudicación sin tener que esperar al mes de abril, fecha en la que vence la concesión. Así lo anunció ayer la edil de Bienestar Social, Cristina Escoda, quien no obstante garantizó que el servicio seguirá funcionando por medio de monitores municipales y en prácticas mientras se realizan los trámites para adjudicar el contrato a una nueva empresa.

Los problemas de ASER se suceden desde el verano. Los trabajadores -dos a tiempo completo y uno a tiempo parcial- alertaron en septiembre de los problemas para percibir el pago de sus nóminas, propiciados principalmente por dos motivos: por un lado, por los impagos del Ayuntamiento a la mercantil, que en julio de 2011 dejó de abonar facturas por el servicio y cuya deuda se eleva ya a unos 75.000 euros, según indicaron ayer fuentes municipales; por otro, los problemas económicos de la propia empresa, sobre la que el pasado septiembre se dictó un embargo por deudas con la Seguridad Social por encima de los ocho millones de euros. Con todo, la mercantil adeuda cuatro meses de salario a sus trabajadores, que cobraron su última nómina el pasado octubre y que, desde entonces, han continuado sin faltar a su puesto de trabajo y prestando formación a los 20 usuarios con normalidad, aunque con las lógicas penurias derivadas de la situación que han tenido que soportar.

La concejal de Bienestar Social reconoció ayer que los impagos a los monitores no eran causa para poder finiquitar el contrato, pero afirmó que de ahora sí existen motivos "sobrados" para rescindirlo. Y es que el Consistorio ha detectado que dos de los tres trabajadores del servicio se encuentran de baja -uno desde el jueves, otro desde el viernes- y que sus puestos no han sido sustituidos por la empresa, a pesar de que está obligada a hacerlo por ley y de que el Consistorio alertó a ASER la pasada semana de esta situación a través de un burofax al que, según indicó ayer Escoda, la mercantil ha hecho caso omiso. La concejal se personó ayer en el centro junto a técnicos municipales para verificar la situación y, tras confirmar que los trabajadores de baja no habían sido sustituidos, dio la orden de incoar el expediente de rescisión del contrato con ASER.

La concejal de Bienestar Social anunció ayer que el Ayuntamiento sacará un nuevo concurso para adjudicar el servicio y avanzó que, en principio, "no habrá problemas para que se haga cargo una nueva empresa, porque ya hay algunas que están interesadas". La edil no pudo concretar los plazos por los que se prolongarán estos trámites, pero sí confirmó que el servicio se seguirá prestando con dos monitores municipales y dos de prácticas. La edil, además, afirmó que en el pliego se mantendrá la obligación de que la nueva empresa tenga que asumir a las formadoras que trabajan en el Tapis desde que se creó hace 16 años, aunque lamentó que el Consistorio no podrá intervenir en el conflicto laboral éstas que mantienen por el impago de sus nóminas y dijo que, casi con toda seguridad, estas empleadas deberán reclamar sus sueldos por la vía judicial.

El PP cree que la continuidad del Tapis está en peligro

Horas antes de que la concejal de Bienestar Social anunciara ayer el inicio de los trámites para rescindir con ASER el contrato de gestión del Tapis, el grupo municipal del PP de Benidorm alertó de que la continuidad de este servicio estaba "en peligro". El portavoz popular, Antonio Pérez, lamentó que el gobierno local ha puesto "en riesgo un servicio fundamental y hasta ahora protegido", algo que atribuyó principalmente los impagos que el Ayuntamiento acumula con la mercantil -unos 75.000 euros o, lo que es lo mismo, más de lo que anualmente cuesta este servicio para las arcas públicas y que asciende a poco más de 60.000 euros anuales-. Pérez manifestó que "la nefasta gestión de Navarro siempre tiene consecuencias sobre los demás" y que, en este caso concreto, afectarían tanto en el ámbito laboral como en la atención de los veinte alumnos que acuden diariamente al Tapis. Además, el edil del PP criticó que el ejecutivo socialista "ha vuelto a poner en peligro un servicio social básico", recordando que el pasado diciembre ya se suprimió el servicio de ayuda a domicilio, del que dependían 50 trabajadoras y del que se beneficiaban 250 dependientes.