Con cierto don de la oportunidad, el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, reclamó ayer que el aeropuerto de El Altet flexibilice sus pretensiones con las compañías de bajo coste. En el transcurso del Consejo de Turismo celebrado en Benidorm, Fabra abogó por "formular instrumentos para poner más fácil que esas compañías vengan a la Comunidad Valenciana". El presidente realizó esas afirmaciones en plena pugna entre AENA y la compañía Ryanair por el uso de las pasarelas telescópicas y por el empeño de la aerolínea irlandesa de que en la totalidad de sus trayectos los pasajeros embarquen a pie. AENA se niega a esta exigencia por razones de seguridad. El conflicto se está dirimiendo en los tribunales.

En una reunión, que precisamente se celebraba en Benidorm para que el Consell limara asperezas con las patronales turísticas de la provincia, Fabra recogía así el guante que minutos antes le había lanzado el vicepresidente de Hosbec, Javier García, quien había advertido de la importancia de las compañías de bajo coste para el sector y de que este tipo de empresas necesitan en El Altet unas infraestructuras específicas y diferentes a las de las aerolíneas de bandera.

En el transcurso del debate, ni el representante de Hosbec ni Fabra aludieron a Ryanair. Pero evidentemente, el nombre de esta mercantil, que concentra el 40% de los vuelos del aeropuerto alicantino, flotaba en el ambiente. Especialmente porque la patronal hotelera ha expresado ya en más de una ocasión su preocupación por el devenir de ese conflicto: hace escasos días el propio García aseveró en este diario que El Altet es "caro e incómodo" y que no se ha diseñado para las prioridades del sector turístico.

El consejo contó también con la presencia del director general de Turespaña, Manuel Butler, de la consellera de Turismo Lola Johnson, de la presidenta de la Diputación, Luisa Pastor, de numerosos alcaldes y de la mayoría de las entidades turísticas de la Comunidad. Y ante tan ilustre público, la controversia aérea no fue el único asunto espinoso que tuvo que encarar Fabra. De hecho, en un principio estaba previsto que el consejo se celebrara en Castellón, si bien finalmente se optó por Benidorm después de que en los últimos tiempos hayan surgido nuevos desencuentros con el sector turístico local: por el ejemplo, que durante la última edición de Fitur, el presidente de la Generalitat olvidara mencionar entre las marcas turísticas de la Comunidad el nombre de Benidorm; o de que en su informe anual, Hosbec volviera a quejarse de que la capital de la Costa Blanca recibe las mismas ayudas en promoción que Valencia o Castellón a pesar de representar el 40% del mercado turístico del territorio autonómico y contar con el mismo peso en cuota internacional que las dos provincias antes citadas juntas.

Así que la palabra "promoción" se convirtió en uno de los ejes de la reunión. Fabra tuvo que volver a escuchar el malestar generalizado de todas las patronales por los recortes en esas ayudas: lo hicieron de forma generalizada una buena parte de las patronales y de forma más particular los empresarios de Benidorm -Hosbec o la Federación Turismo-, que volvieron a mostrar su pesar por el hecho de que la ciudad turística aporte a un sector que está resistiendo los embates de la crisis bastante más de lo que recibe. Ahora bien, otras asociaciones como las del camping o la restauración de Alicante también pidieron que esos esfuerzos no se concentren solamente en los hoteles, sino que atiendan a sus segmentos turísticos.

"Tomo buena nota" de esas demandas contestó Fabra, que en ningún momento se animó a hablar de cifras. Eso sí, prometió la creación de "comisiones técnicas" para solucionar estas y otras "necesidades" del sector. Aprovechando además la presencia del director de Turespaña, Fabra se mostró dispuesto a trabajar con Madrid en la promoción "evitando duplicidades en un momento que nos exige ser eficientes con menos recursos económicos".

En cuanto a la marca "Benidorm", una de cal y una arena. El presidente del Consell no dejó pasar la oportunidad de deshacerse en elogios con la ciudad anfitriona: "Es un gran destino, el municipio con más pernoctaciones y una referencia del ocio en todo el Mediterráneo". El alcalde de Benidorm, el socialista Agustín Navarro -cuya foto con el también líder del PP valenciano fue una de las más buscadas ayer- interpretó estas palabras como un "reconocimiento a la ciudad". Así que por este lado, mucha concordia.

Ahora bien, el máximo mandatario del Consell pidió al sector que "potencie la imagen de la Comunidad en el mercado internacional y nacional". Eso ya no sonó también en los oídos de los empresarios: ni en los de los locales, muy reacios a eso de la marca autonómica, ni en los de un dirigente de una patronal valenciana, quien abogó por vender menos el territorio autonómico y ofrecer más destinos concretos y más productos.

Apartamentos con riesgo de cierre

Las patronales de Benidorm Hosbec y Aptur volvieron a pedir a Alberto Fabra medidas para luchar contra los apartamentos ilegales. Lo hicieron ya casi con cierto tono de cansancio, porque la petición se reitera una y otra vez. Aunque sin abandonar nunca el buen tono que marcó la reunión, el presidente de Aptur, Sergio Gambi (en la imagen superior con Fabra) dijo que "ya he visto pasar 6 consellers y aunque tenemos un reglamento muy bueno para el sector éste continúa sin aplicarse y los apartamentos que no pagan impuestos siguen funcionando". "A este paso, los que tendremos que cerrar y entregar las llaves seremos los legales".