Benidorm es la capital del turismo por excelencia, vende imagen, playas, ocio y diversión; sin embargo, no cuenta con ninguna instalación social para atender a sus vecinos más necesitados. El cuarto municipio español en volumen de negocio turístico no está exento de encontrarse cada día con más personas a la cola del paro o a las puertas de las parroquias y los organismos de caridad. Ya no es extraño ver a personas buscando en la basura de los grandes supermercados, en una ciudad con más de 18.500 habitantes desempleados en la que al menos 3.000 familias se han visto obligadas a recurrir a Cruz Roja para poder comer, según datos del organismo, a los que habría que sumar las cientos de familias que acuden a Cáritas que, en toda la Marina Baixa, ayuda a subsistir a 9.000 familias.

Hartos de ver cómo aumenta cada día el número de personas que piden y duermen en las calles de la capital turística, un grupo de jóvenes de Benidorm está decidido a impulsar la creación de un comedor social a través de una fundación. La Fundación Ágora, como la han bautizado, ha nacido en las redes sociales y ha ido materializando poco a poco un proyecto real que ayer presentó en el Ayuntamiento. Se trata del primer paso de un largo camino por recorrer para dotar a la capital turística de una instalación de este tipo, de la que carece. De hecho, durante muchos años, la única solución dada por el Consistorio a los sin techo ha sido pagarles un billete de autobús a otra localidad.

"Benidorm debe ser la única ciudad con más de 70.000 habitantes que no tiene nada así", explicaba ayer uno de los impulsores del proyecto, Pablo Martínez. La idea inicial es centrar sus esfuerzos en crear un comedor social y un banco de alimentos y enseres, que pueda además ser un albergue social enmedio de la ciudad de los hoteles. "Cada vez hay más indigentes, más personas en paro, más gente durmiendo en la calle, los veo cada noche en los bancos de la calle Alameda (en pleno centro) y hay que hacer algo", decía Martínez. Junto a él otras personas, todas con experiencia en ONGs, en hostelería y en otros campos, como la psicología, lideran un proyecto "abierto a todo el mundo", en el que quieren "implicar a las empresas y los vecinos de Benidorm", señaló.

El colectivo se ha gestado en facebook y gana cada día adeptos en Internet. El objetivo ahora es difundir el proyecto para obtener financiación.

Son conscientes de que parte de la sociedad de Benidorm no quiere un comedor o un albergue social en la ciudad porque "creen que es malo para el turismo" pero ellos opinan "todo lo contrario, un comedor social daría prestigio a una ciudad como Benidorm". Para impulsar su idea como algo positivo quieren que el empresariado local se involucre y han propuesto crear un distintivo para las empresas solidarias que las promocione y dé prestigio y ofrecerles además promoción en la red. "Hemos pensado en muchas fórmulas, por ejemplo, la "habitación solidaria" por la que los hoteles podrían colaborar dando los beneficios de una habitación a la fundación", como esta propuesta tienen otras que implican a comercios, bares, restaurantes o cines.

En cuanto al local, contemplan múltiples opciones pero han propuesto una al Ayuntamiento, ubicarse en el antiguo hogar del pensionista. "En el Ayuntamiento han mostrado interés, pero no nos queremos dejar influir demasiado y vamos a trabajar duro por captar la atención de empresas y vecinos".

En un futuro, quieren convertirse en un centro de voluntariado donde ofrecer soluciones, asesoramiento, bolsas de trabajo, cursos y otras actividades. "De momento, somos realistas y serios y por eso vamos paso a paso, lo primero es el comedor social para cubrir necesidades básicas de los que no tienen ni un plato de comida".